Herreros, primer ex miembro de la UMD acogido a la rehabilitación
El capitán Antonio Herreros, de 53 años, uno de los nueve militares expulsados en 1975 de las Fuerzas Armadas por pertenecer a la Unión Militar Democrática (UNID), ha sido el primero en solicitar acogerse a la ley de Rehabilitación aprobada el pasado mes, que permite el regreso a los ejércitos de esos expulsados. Herreros ha pedido pasar automáticamente a la situación de Reserva Transitoria.Antonio Herreros presentó su petición al subsecretario de Defensa el pasado jueves y, una vez resueltos los trámites burocráticos, se le reconocerá el grado de comandante y percibirá el sueldo íntegro, pero no se incorporará a la situación activa en las Fuerzas Armadas.
El grado que se les reconoce es el que habría correspondido a los afectados si hubieran continuado en activo a lo largo de estos últimos años.
Herreros llevaba ya 13 años en situación de supernumerario cuando en 1974 fue detenido por ser miembro de la UNID. Se ha declarado "satisfecho" con la solución aprobada por las Cortes y ayer expresó su esperanza en que los trámites de su solicitud se realicen con celeridad.
El capitán Manuel Fernández Lago, de 47 años, comentó ayer que ya tiene preparada su solicitud para acogerse a la ley, y que la presentará esta misma semana. También en este caso -y no se. espera que haya -excepciones-, Fernández Lago pedirá pasar a la situación de Reserva Transitoria, es decir, que no se incorporará a la situación activa en las Fuerzas Armadas. Igualmente, otros miembros de la UMD que prefieren no ser mencionados han manifestado que esta semana pedirán acogerse a la ley y pasar a la Reserva Transitoria.
Un grado más
A, Fernández Lago sé le reconocerá el grado de teniente coronel. En la situación de Reserva Transitoria, sin embargo, los militares tienen derecho a ascender un grado más en el momento en que les hubiera correspondido de haber continuado en activo. Por tanto, los miembros de la UMD ascenderán todos un grado por encima del que ahora se les reconozca. Los ex miembros de la UMD, al igual que los tres alféreces expulsados de la Academia de Infantería en 1973, tienen un plazo de dos meses desde la publicación de la ley -a finales de diciembre pasado- para solicitar que se les aplique la ley de Rehabilitación. En la misma solicitud, los afectados deben señalar la situación por la que desean optar: situación activa en las Fuerzas, Armadas, retiro o Reserva Transitoria.
La más beneficiosa
Esta última es la más beneficiosa desde el punto de vista económico, ya que los militares que se acogen a ella perciben íntegros sus salarios -como si estuvieran en activo-, pero no se incorporan a las Fuerzas Armadas y pueden desarrollar otra actividad laboral.
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