Montserrat Caballé
recibió el homenaje del Liceo de Barcelona el pasado día 7. La celebración terminó aquella misma noche, pero el teatro sigue padeciendo las consecuencias de la poética suelta de palomas realizada durante el acto. El día siguiente del homenaje, el público que asistía a las representaciones de Aida tuvo que soportar el revoleteo de las palomas que todavía no se habían podido cazar, un detalle no previsto en la escenografía y que obligó a algún espectador a pasar por la tintorería. Los responsables del Liceo trabajaban ayer para suprimir el problema, que afecta también a la integridad de la tapicería del teatro.
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