Detención del presunto autor de la muerte de un angoleño al que quiso robar heroína

Un madrileño de 33 años, cuyas iniciales son L. R. D., ha sido detenido por la policía, acusado de ser autor del disparo que causó la muerte, el pasado 29 de noviembre, al angoleño Pedro Camilo Simao, de 24 años, con el que había concertado una cita para adquirir heroína. Asimismo, como supuestas cómplices, han sido arrestadas las hermanas P. y E. B. G., de 24 y 29 años, respectivamente.Según la reconstrucción del suceso, basada en las declaraciones de la compañera del fallecido -que fue testigo presencial- y en el testimonio suscrito por las dos mujeres detenidas, la víctima concertó hacia el mediodía de aquel día una entrevista cerca del parque de la avenida Vía Lusitana con L. R. para suministrarle una determinada cantidad de heroína, posiblemente 100 gramos.

Pedro Camilo y su novia subieron al vehículo del presunto agresor, un BMW, que además iba ocupado por dos mujeres Allí se iba a llevar a cabo la transacción.

En un momento determinado, L. R. D. esgrimió una pistola con el propósito de intimidar al angoleño y apoderarse de la droga Sin embargo, la resistencia de Pedro Camilo a, desprenderse de su mercancía hizo que el presunto homicida hiciera uso del arma de fuego y le hiriera mortalmente.

Cambió de coche

Tras la agresión, el herido y su compañera fueron obligados a salir del vehículo, mientras que los ocupantes del automóvil abandonaban velozmente la zona. El autor del disparo, que había adquirido el coche hacía pocas fechas, lo cambió al día siguiente por otro, en un intento de eliminar pruebas que pudieran acusarle.La policía halló en el domicilio del fallecido indicios que evidenciaban que se trataba de un traficante de estupefacientes.

Una vez identificados los presuntos responsables del asesinato, se supo que estaban siendo vigilados por inspectores de la comisaría de Centro, ya que se les suponía distribuidores de droga en distintos barrios de este distrito.

Los funcionarios se incautaron de 95 gramos de heroína -posiblemente lo arrebatado al angoleño-, dos talones bancarios por importe en pesetas de 1,7 millones y 120.000 pesetas, así como un pasaporte falsificado, todo ello en poder del supuesto homicida y sus dos cómplices. Según parece, los cheques habían sido entregados al detenido por la empresa que le vendió el BMW, después de habérselo cambiado por otro.

L. R. posee antecedentes a causa de seis detenciones: dos por hurto de vehículo, otras tantas por tráfico de drogas y el resto con motivo de amenazas y coacciones. P. B. ha sido detenida en dos ocasiones por robo y dos más a causa de tráfico de estupefacientes. Por último, E. B. tiene un antecedente por robo y varios como consecuencia de prostitución.

Los tres han sido puestos a disposición judicial.