El evento de la esfera y la locuela

El evento es el sorteo; la esfera, el bombo, y la locuela, la suerte. Sirva esto de guía para los que siguen semanalmente en TVE los sorteos de la lotería -comentados por Manuel Almendros-, y en particular, para los que contemplaron ayer el evento del infante, mas groseramente conocido como sorteo del Niño. De aqui en adelante todo es obra del glosador de TVE, Almendros."De estos bombos, de estas esferas, va a caer una lluvia, un chaparrón de millones, que por sentido periodístico vamos a referirles (...) ¡Cuántos deseos, cuantas mercedes encierran hoy estos bombos, que son como pifiatas misteriosas que van alumbrando alegrías y dichas!..."

"...Con la misma sonrisa hecha voz, melodía interpretada por los niños de San Ildefonso, empieza el sorteo".

Entre premio y premio hay tiempo para repartir justicia: "Quiero desde aquí rendir un homenaje de cariño y respeto a todo ese ejército de vendedoras y vendedores de lotería sin los cuales no sería posible este acto..., pero especialmente envío mi recuerdo a esas personas erráticas por distintas calles y establecimientos de la anchurosa España que nos venden ilusiones".

El frescor de las niñas

"Parece que con la incorporación de niñas a estas ceremonias, a estos trabajos de coparticipación en los sorteos, los mismos han adquirido un aire más fresco, más exquisito, de mayor encantamiento ....".Pero la vida no es una tómbola, no, ya lo advierte Almendros: "Me atrevería a decirles, con el permiso de ustedes, que aunque la lotería y los juegos de azar sean populares, quizás convendría reflexionar sobre la moderación y equilibrio que los aficionados a los juegos de azar deben tener, pues mientras éste y otros momentos son apenas fugaces, el año, la vida, están plagados de exigencias, de trabajos y entregas que son, sin lugar a dudas, importantísimos, y que darán mayores y más fértiles frutos; es decir, no fiemos todo a la suerte porque, como ustedes saben tan bien como yo, la suerte es una locuela de mucho cuidado".

"Así, andando, andando, cantando, cantando ( ... ) nos situamos en el umbral" (de los premios gordos). "Con cinco bombos zarandeando el azar, la expectación se hace más densa, más participativa en cuanto a tensión".

Sólo queda el primer premio, o sea "el nacimiento del número estrella". La situación en el salón, "sede y lugar de citas", está así: "Ronronean los bombos; los niños redoblan sus esmeros y cuidados para soltar de sus gargantas la alegría del gordo. Todos atentos, los niños, los espectadores, los periodistas, los agentes de banca, nuestros cámaras... ¿Qué número saldrá? ¿A dónde irá?". Almendros no calla, sino que "entra en silencio para escuchar la noticia".