Jerónimo Saavedra,
presidente socialista del Gobierno canario, ha molestado a todo el Parlamento del archipiélago, y total para nada. Saavedra tenía previsto marchar el último día de 1986 para pasar la Nochevieja en Madeira junto con el presidente de Portugal, Mario Soares, y quedaban por concluir algunos trámites parlamentarios. El presidente del Legislativo autónomo, Pedro Guerra, convocó el Pleno de las Cortes a las cinco de la madrugada del día 30 de diciembre, ante el pasmo de sus señorías. Los diputados del Grupo Popular, enfadados, dijeron que no les parecía de recibo pasar la noche en vela sólo para que el presidente llegara a tiempo de coger el avión del día diguiente. Guerra negó cualquier relación entre la sesión nocturna y la excursión presidencial, pero los del Grupo Popular, incrédulos, optaron por quedarse durmiendo en señal de protesta. Al final, todo este movidón resultó inútil: Jerónimo Saavedra ni cogió el avión ni pasó el fin de año en Madeira. Se quedó en la cama aquejado de gripe.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.