Mi carta
Querido Rey:Soy una tierna niña española educada en el acervo de la tonadilla y el refranero, que tantas verdades contienen, ambos dos, de cara a la formación del cuerpo y la flagelación del alma. Por ejemplo, del segundo destacaría lo de no por mucho madrugar amanece más temprano y uno que madrugó una manta se encontró; moraleja: más madrugó el que la perdió. Y de la primera, la famosa y aterradora copla que lleva por estribillo "a tu vera, a tu vera, siempre a la verita tuya", etcétera.
Expresiones populares que la noche pasada, que he transcurrido en vela y en un ay, acudieron de forma implacable a mi memoria mientras méntalmente desactivaba bombas tratando de conciliar el sueño.
La presente es para rogar a Su Majestad que, en vista de como están las cosas, tenga a bien tomar unas cuantas medidas.básicas que trataré de resumir a continuación.
Primera y principal, adquisición en la farmacia más cercana a palacio de la acreditada pulsera Rayma -las hay de cobre y bañadas en oro-, tradicionalmente recomendada por Directamente Encarna en sus emisiones diarias, y que sirve lo mismo para un barrido que para un fregado, para la artrosis que para la vista, y, por tanto, tiene que servir también para los problemas generados por la ineficacia ajena. No fiarse de imitaciones; sólo se vende en farmacias.
Segunda, hacerse, mediante rellenado de cupón y pago o bien en cheque bancario o al acuse de recibo, con una cruz mágica del Capitán, y a ser posible, también con el método de adelgazamiento de Demis Roussos, consistente en un grueso volumen que, disparado con certera puntería, puede dejar traspuesto al contrarió antes de que Rafael A Su Vera reaccione con la pistola lanzabesos o el bazooka manda chicles.
Por último, en nombre de todas las niñas españolas, me atrevo a solicitar que la real casa pida a los otros Reyes un surtido de reclinatorios con destino a los cuerpos de seguridad, a ver si 1987 se les da mejor rezando.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.