_
_
_
_
_
GENTE

Ramiro Naveira,

un emigrante de Arnoya (Orense) que lleva trabajando 20 en Múnich, abandona durante estas fechas su trabajo de ascensorista para ser Santa Claus. El Ayuntamiento muniqués le otorga tan importante papel desde hace 15 años, según el diario El Ideal Gallego, quizá porque Ramiro da el peso, barba blanca y rubicundez facial propios del personaje. El emigrante orensano siempre se ha resistido a cobrar por ello porque no tiene hijos y "mis niños son los de los demás. Yo salgo de Santa Claus y mi mujer me plancha el traje".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_