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Indignación en la AFE por la contentración de jugadores solteros del Mallorca

Seis jugadores de la plantilla del Real Mallorca que permanecen solteros fueron apartados de sus compañeros casados y recluidos en un hotel de la playa de Santa Ponsa, a 15 kilómetros de Palma, para cumplir una "concentración especial", ordenada por el entrenador del equipo isleño, Lorenzo Serra Ferrer. La experiencia, insólita en el mundo del fútbol, finalizó la noche del pasado miércoles, tras 103 horas de encierro, con división de opiniones.

Juan José Iriarte, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), se mostró indignado por la experiencia, tanto por la decisión del entrenador, que calificó de "vejación para los futbolistas", como por la aceptación sin protestas de los jugadores.Serra Ferrer, de 34 años, casado, con dos hijos, entrenador del Mallorca, anunció el pasado viernes que había decidido concentrar únicamente a los jugadores solteros de la plantilla para hacer frente a las visitas de la Real Sociedad y Osasuna. La medida, que afectó a los jugadores Luis García, Francisco Higuera, Sebastián López (Chano), Trobiani, José Crespí y Haddil Hassan, "fue preventiva y pretende evitar vacilaciones en la vida de un deportista profesional", según aseguró su entrenador. Serra Ferrer incluyó en el grupo a dos solteros (Higuera y García) que por sanción del Comité de Competición estaban imposibilitados de jugar.

Los deportistas discriminados por su condición de solteros se tomaron con filosofía la decisión del entrenador "porque él busca lo mejor para el equipo". Más de uno, sin embargo, se apresuró a rechazar la hipótesis de que en el fondo de la severa medida subyacía un intento de impedir posibles excesos nocturnos.

Defender la dignidad

Iriarte, el presidente de la AFE, ha sido el único que ha protestado públicamente por la medida: "La AFE ha luchado durante los últimos años para rebajar las concentraciones, que no tienen sentido cuando se habla de profesionales del fútbol. La concentración de solteros del Mallorca es una vejación para ellos. Pero también estamos molestos con los jugadores, porque no han protestado contra la medida ni han defendido su dignidad". Para Iriarte, separar a los solteros de los casados no tiene sentido. La responsabilidad de una persona no se agudiza con métodos carcelarlos. Esta idea constituye un flagrante atentado a la intimidad de un jugador".Entre los futbolistas elegidos para la experiencia hay un abanico de personalidades que contrastan entre sí. El denoninador común es la juventud, con un promedio de edad de 21 años, y las ganas de ser alguien en el fútbol nacional. José Crespí es un joven palmesano que vive con su familia, le agrada la música de esta década y se define como "tranquilo y ambicioso". Trobiani, madrileño de Vallecas, confiesa que Madrid le mata, y lee todo lo que cae en sus manos. Luis García, salmantino, asegura que su único norte es progresar en su carrera deportiva. Francisco Higuera, un chaval extremeño que se ha formado en el Mallorca, piensa nada más que en el fútbol; y finalmente, Chano y Hassan son un andaluz y un marroquí que comparten el piso y aficiones comunes. Todos ellos aprendieron a conocerse más en la concentración. Mataron el ocio con la televisión, libros y juegos diversos. Serra Ferrer, por su parte, defendió la decisión de concentrar a los solteros: "He recompuesto esa vida desordenada que suelen llevar, pero en cuestiones simples como comidas y horas de reposo. En ningún momento me pasó por la mente castigar excesos nocturnos que a mí no me constan". El entrenador mallorquín, sin embargo, anunció ayer que no repetirá la experiencia de aislar a los solteros. "Los objetivos ya se han cumplido", recalcó.

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