Iberduero está vendiendo equipos de Lemóniz como repuestos para otras centrales nucleares
La compañía Iberduero está vendiendo equipos del grupo II de Lemóniz, que son adquiridos como repuestos por otras centrales nucleares españolas. Fuentes del Ministerio de Industria han señalado que estas ventas o, en algunos casos, alquileres cuentan con la autorización escrita del consejo de intervención, que es el ente que administra la central. Actualmente la central nuclear de Lemóniz está sometida a la moratoria nuclear decretada por el Gobierno. La enajenación de una parte de los bienes parece dar a entender que existe la decisión política de que la central nunca entrará en funcionamiento, algo que la opinión pública da por hecho, pero que nunca ha sido anunciado oficialmente.
En les últimos meses Iberduero ha vendido a la central nuclear de Almaraz, propiedad de las compañías Hidroeléctrica Española, Sevillana y, Unión-Fenosa, un generador diésel que será utilizado como cuarto grupo de emergencia, así como transmisores y equipos de válvulas mantenidos en almacén como repuestos. El precio pagado por estos componentes es de unos 200 millones de pesetas. En estos días estaba listo para su transporte un rótor de turbina, que ha sido desmontado de la unidad II de Lemóniz. El precio en este caso asciende a 1.000 millones de pesetas, de los que 300 millones son compensación de los derechos de aduanas y del precio del transporte que Iberduero pagó en su día.La compra urgente del rótor por parte de la central de Almaraz se debe a que el propio tenía las paletas destrozadas, avería que fue descubierta con motivo de las tareas de recarga de combustible y de revisión iniciadas el mes pasado en el grupo I. En lo que va de año Almaraz ha marcado un récord de producción de energía nuclear.
Según diversas fuentes las ventas de equipos se han realizado también a la nuclear Aseó II y a Vandellós II. Incluso,"hace tiempo", según fuentes del Ministerio de Industria, el combustible nuclear contratado por Lemóniz fue finalmerírnte entregado a Aseó. La Empresa Nacional del Uranio autorizó el cambio de destino e Iberduero recibió la compensación correspondiente. También existen versiones sobre gestiones realizadas para vender parte de los equipos en el extranjero.
En regla
El director general de Energía, Víctor Pérez-Pita, señaló que tenía conocimiento de estas ventas, pero que todas ellas eran debidamente autorizadas por el Consejo de Intervención, el organismo creado por un real decreto de 27 de agosto de 1982 que administra y es responsable del mantenimiento de la central nuclear. La opinión de Industria es que la intervención sólo atañe expresamente al grupo I de Lemóniz, que se mantiene íntegro, pero que existe un convenio entre el consejo e Iberduero para que sea aquel el que se ocupe del mantenimiento del grupo II. Los dos grupos están en el mismo recinto, que está fuertemente custodiado por fuerzas de la Guardia Civil. Desde la moratoria nuclear, Lemóniz es un asunto que depende del Gobierno.
La versión oficial es que las autorizaciones de venta son otorgadas por escrito por el consejo de intervención. En el documento figura la valoración del equipo a enajenar o alquilar y la obligación de reponer su valor actualizado cuando así se requiera a Iberduero. Un portavoz de la empresa, que no negó la venta de piezas, manifestó que la entidad no tenía intervención alguna en la central y que todo contacto con el consejo de intervención se canalizaba a través de un apartado de Correos en Munguía (Vizcaya).
La compañía está obligada a reflejar esas operaciones comerciales como desinversión en el balance de Lemóniz y ya en la memoria de 1985 figuraban más de 13.000 millones de pesetas como ingresos por la venta de equipos. Las versiones entonces eran que se trataba de equipos comprados en su día para la central de Sayago (Zamora), proyecto que nunca receibió autorización.Lemóniz estaba contabilizada en el balance de Iberduero correspondiente a finales de 1985 en 317.221 millones de pesetas. Un 63,3% de este valor corresponde a intereses que han sido activados. Los dos grupos están sometidos a moratoria nuclear, al igual que los dos de Valdecaballeros y Trillo II. Como compensación a estas inversiones las empresas eléctricas propietarias reciben cada año las cantidades que resultan del 3,9% con que se recarga el recibo de la luz a los usuarios para compensar a las empresas.
Gastos financieros
Iberduero recibió el pasado año un 57,49% del total lo que totalizó algo más de 24.000 millones de pesetas. Esta cantidad fue sin embargo inferior en 8.000 millones a los gastos financieros de los créditos asumidos para esa inversión. Las compensaciones, menores, se extienden a Hidrola y Sevillana por los dos grupos de Valdecaballeros, y a Unión-Fenosa y Endesa por Trillo II. Esa compensación por moratoria nuclear está prevista hasta finales de 1988. En febrero de este año, el entonces ministro de Industria, Joan Majó, intentó poner en marcha un plan que obligaba a estas compañías eléctricas, con excepción de la correspondiente a Valdecaballeros I, a amortizar esas inversiones con cargo a reservas en un plazo de siete años.
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