El Cajabilbao agudiza la crisis del Madrid

El Cajabilbao se convirtió en el semifinalista sorpresa de la Copa del Rey de baloncesto. El Real Madrid culminó su crisis con una eliminación anticipada, de la que existen pocos antecedentes. En los restantes partidos se cumplieron los pronósticos: ganaron los más fuertes. Sólo el Joventut debió luchar hasta el final frente al anfitrión, el Cajacanarias. Las semifinales, hoy, serán: Barcelona-CAI Zaragoza y Cajabilbao-Joventut.

El Madrid lleva algo más de una semana en la que tiene motivos para sentirse miserable. Pierde en casa y pierde fuera, ante temibles rivales o ante rivales que parecen temibles cuando se enfrentan a los madridistas. Así pareció ayer el Cajabilbao cuando se marchó a los vestuarios en el descanso con una ventaja de 18 tantos y dejó en la retina de los espectadores la sensación de que el partido iba a ser suyo y suya la gran sorpresa de los cuartos de final de la Copa del Rey. Al final, con el Madrid luchando para evitar la catástrofe, el equipo vizcaíno logró salir airoso traspasando al Madrid las habituales escenas de desesperación propias de los perdedores.El Madrid del primer tiempo no sabía cómo atacar la defensa del Cajabilbao, ortodoxa, aunque no demasiado agresiva, hecho que ya empieza a ser un hábito. Pero, además, demostró que tampoco se defiende, faceta que le ha dado todos los éxitos cosechados en los últimos años. Tras empezar con un 6-0, el Madrid se quedó atrasado en un 10-17 que se hizo más dramático cuando, dispuesto en una zonita, no pudo evitar que jugadores como Davalillo o Lockhart camparan por sus respetos. Lolo Sáinz quiso ejercer de cirujano y fue castigando a algunos jugadores con el banquillo, casos de Larry Spriggs, Iturriaga y Ruiz Paz. Nada consiguió, puesto que el Cajabilbao pudo llegar al descanso con un margen muy amplio (36-54).

En la reanudación, el Madrid no pudo hacer otra cosa que poner voluntad. Siguió defendiéndose mal y permitiendo que el Cajabilbao, un conjunto ordenado sobre todo, fuera contabilizando por canastas sus posesiones del balón.

En los últimos cinco minutos, el Cajabilbao dio la sensación de sentirse herido por la presión madridista. Algunos lanzamientos de Corbalán e intermitentes acciones de Spriggs -quien estuvo muy bien en algunas acciones defensivas- no borraron la imagen de cierta parálisis que sufre el Madrid en el ataque.

Barcelona-Cacaolat

El Barcelona quiso alcanzar la semifinal previa demostración de prepotencia. Consiguió, desde luego, derrotar con cierta amplitud al Cacaolat, pero no pudo humillarlo. Es más, el Cacaolat pudo haber reducido considerablemente distancias de no haberse sentido abrumado por una diferencia que apuntaba hacia los 30 tantos en la segunda parte. El Cacaolat, ya eliminado, sólo ha apuntado la sensación de que tiene equipo para hacer cosas interesantes, sobre todo con Dyckema y Mendiburu en juego.

El Barcelona sigue disfrutando de un alto poder ofensivo. Sin excesivos alardes, sólo con los movimientos lógicos de Epi y Sibilio para encontrar posiciones de lanzamiento ayudados por los pívots y algunos bloqueos exteriores, el Barcelona tenía arsenal suficiente para ponerse en ventaja.

CAI-Estudiantes

El Estudiantes llegó a Tenerife vestido de turista, con gafas de sol, ganas de hacer compras y acompañamiento femenino. Llegó incluso sin tiempo para poder hacer un entrenamiento en la cancha, por lo que disputó su partido con el CAI Zaragoza virgen de toda probatura con los aros, los tableros y el parqué Aun así, dominó tranquilamente la primera parte para desinflarse a continuación ante una persistente zona del equipo aragonés. El Estudiantes no respetó su idiosincrasia, mientras el CAI Zaragoza pudo salir airoso y estudiar sus defectos para el más duro partido que le espera hoy ante el Barcelona.

El público, que llenó el pabellón en todos los encuentros disputados, tenía ganas de ver a Russell, pero sólo pudo disfrutar de él a intermitencias, aisladamente.

Cajacanarias-Joventut

Por último, el Joventut superó la pesadilla que le esperaba ante al Cajacanarias, animado y sobremotivado por una hinchada numerosa y vibrante. El partido fue incómodo para el equipo catalán y sólo un triple de Margall, a falta de 15 segundos, sirvió como sentencia final. El Cajacanarias es un equipo tácticamente alegre, en el que un pívot es tan capaz de subir la pelota como de largarse algún que otro triple. Luchó de forma constante por acomplejar al Joventut haciendo valer la presión local y llegó a tener algunas pequeñas ventajas en la primera mitad, hasta que el Joventut comenzó a dominar el partido. En la reanudación tuvo el equipo catalán hasta 14 tantos de ventaja, que fueron contrarrestados, y entre la igualdad y las ansias del equipo local transcurrió un partido emocionante y nervioso, que decidió un veterano, Margall.