Sainz critica al árbitro auxiliar
Los jugadores del Real Madrid se dieron prisa para salir del vestuario después de su derrota ante el Cajabilbao. Apenas declaraciones y Lolo Sáinz, el técnico, sólo apuntó improperios hacia el árbitro auxiliar, el catalán Mitjana: "El Madrid siempre estará en crisis con un colegiado como Mitjana". El técnico confirmó que el viaje de regreso se adelantaba al domingo. Al delegado de la sección, Mariano Jaquotot, próximo vicepresidente de la entidad, no le ha dado tiempo a encontrarse con sus jugadores en Tenerife. Cuando él estaba de ida, sus chicos viajaban de vuelta.Algunos jugadores madridistas ya habían anunciado días atrás que el equipo no tenía el espíritu idóneo para conseguir éxitos inmediatos. Hay una primera razón, como es la de la habitual intensificación de la preparación fisíca, que no ha podido llevarse a cabo según lo planeado. El Madrid solía forzar la máquina de las sesiones fisicas con vistas a mejorar la forma para los meses de diciembre y enero. Esa cuestión se aprecia en algunos minutos del juego cuando la concentración defensiva del equipo no se mantiene intensamente durante mucho tiempo.
Por otro lado, el equipo se encuentra desorientado en sus sistemas ofensivos, que se han roto, entre otras cosas, a consecuencia de la idiosincrasia de Larry Spriggs -apenas se aprecia la anunciada jugada del triple poste- Lolo Sáinz reconoce también que hay un bajo rendimiento general, puesto que ningún jugador, a excepción de Romay, está en sus estadísticas habituales y, mucho menos, en buen momento. Branson ha bajado, Iturriaga se la limitado a las acciones defensivas para eludir responsabilidades ofensivas, Corbalán está flojo de ideas y Del Corral sigue su camino de recuperación completa de su rodilla. Los jugadores reconocen de forma unánime que la situación del equipo sería aún peor, más dramática, si Romay no se hubiera convertido en una grata sorpresa, en un jugador responsabilizado que se ha ganado más confianza en estos meses que en todo el camino que llevaba andado anteriormente en el Real Madrid.
Así, los jugadores salieron rápidamente de los vestuarios, al igual que tampoco se dejaron ver en el vestíbulo de un hotel repleto de la llamada familia del baloncesto. Todo el mundo echaba de menos a los famosos jugadores madridistas, que esta vez ni siquiera firmaron autógrafos.
