Las Palmas, presa del fangal
La puesta en escena sólo dejaba lugar al naufragio de Las Palmas: un sirimiri manso caía sobre San Mamés; la temperatura era baja y la humedad muy alta; el césped parecía un fangal. Y Las Palmas vino de secano: pasecitos rasos y juego cansino.Sobre un campo que reclamaba potencia y dureza, el Athlétic se desembarazó con rapidez de los canarios. Apretó un poco el ritmo y explotó las deficiencias de los isleños, que resbalaban, tropezaban, chocaban y medían mal las distancias. Jugar sobre el barro requiere unas reglas muy concretas. Ningún equipo las conoce mejor que el Athlétic. La clave, mover el balón con celeridad más que con tino.
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