Un centenar de presos de ETA mantienen una huelga en la cárcel de Alcalá-Meco
Un centenar de presos pertenecientes a las ramas Militar y Político-Militar de ETA, que cumplen distintas condenas en la cárcel madrileña de Alcalá-Meco por delitos relacionados con el terrorismo, mantienen desde primeros de este mes una "huelga de desobediencia civil" según informaron fuentes de los abogados de los reclusos. A la huelga se han sumado también cuatro reclusos de los GRAPO.
Según las mismas fuentes, los reclusos han presentado una tabla reivindicativa a los responsables de la prisión y de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, cuyos principales puntos son los siguientes: condiciones dignas en las celdas de aislamiento; mantenimiento del permiso para recibir comida del exterior y cocinar sus propios alimentos; condiciones de higiene y limpieza mínimas; control sanitario más rígido y existencia de un servicio médico permanente. Los presos añaden entre sus reivindicaciones que desaparezcan las restricciones sobre la hora de apagar la luz y las referidas a las horas de patio.Los reclusos también protestan por el traslado de cuatro presos de ETA Militar al departamento de aislamiento tres de preventivos y reclaman atención sanitaria para el preso Guillermo Arbelo, también de ETA Militar, que sufre ataques de nervios.
Por su parte, la dirección del centro penitenciario confirmó la actitud de plante colectivo que, desde comienzos de mes, sostienen los reclusos. Según la dirección de Alcalá-Meco, la huelga "comenzó el 1 de diciembre, casualmente un día después de las elecciones vascas".
Según la dirección, la actitud de los presos consiste en no acatar ni respetar ninguna de las normas del centro, "de tal manera que, por ejemplo, se niegan a realizar labores de limpieza y solicitan que la limpieza la hagan los internos comunes, que se convierten de esta manera poco menos que en vasallos de los internos por delitos de terrorismo".
En respuesta a la versión de los presos, la dirección puntualizó que las 634 celdas del establecimiento son todas exactamente iguales y que el servicio médico es permanente en la cárcel desde las ocho de la mañana a las diez de la noche y el resto de las horas el médico está localizable y acude siempre que se le llama.
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