Experimento electoral en Taiwan

Las autoridades de Taiwan han negado el permiso de entrada a la isla a Hsu Hsing Liang, uno de los principales opositores al régimen del presidente Chiang Ching Kuo, a pocos días de las elecciones parciales que se celebrarán en este país asiático pasado mañana, día 6. Estos comicios constituyen un primer ensayo en el camino hacia una liberalización del sistema, regido desde hace 37 años por la supremacía del Kuomintang o Partido Nacionalista. "Seguiré intentando todas las vías para un regreso a Taiwan", afirmó Elsu Hsing Liang, de 45 años.

Este dirigente fue rechazado, en el aeropuerto Chiang Kai Shek de Taiwan el pasado martes, cuando intentaba regresar a la isla procedente de Manila en un avión de Philippine Airlines. Dos días antes, en la tarde del pasado domingo, Elsu no había podido embarcar en el aeropuerto internacional de Narita, en Tokio, a bordo de un vuelo de la compañía de Hong Kong Cathay Pacific: las autoridades de Taiwan habían indicado a todas las compañías aéreas que vuelan a la isla que rechazaran a Hsu y a la comitiva que le acompaña, de la que forma parte el ex fiscal general estadounidense Ramsey Clark.El Gobierno de Taiwan intenta a toda costa que Hsu, quien vivió durante siete años exiliado en Estados Unidos, no entre al país para evitar tener que detenerlo, ya que está acusado de actos de sedición por las manifestaciones antigubernamentales ocurridas en Kaohsiung, en 1979. Manifestaciones que se volvieron a producir, y fueron reprimidas por la policía, el pasado domingo, en los alrededores del aeropuerto Chiang Kai-Shek, ante el anuncio del intento de regreso a Taiwan de Hsu.

'Apertura' política

Con una de las economías más prósperas entre los países de la zona, los 19 millones de habitantes de Taiwan -donde se refugiaron las tropas y los seguidores del generalísimo Chiang Kai Shek, tras la victoria de los comunistas chinos, en 1949-, los taiwaneses parecen dispuestos a iniciar una cierta liberalización del sistema político.El presidente Chiang Ching Kuo, de 76 años de edad, parece convencido de que la única vía de supervivencia de Taiwan -reclamado por la República Popular China como "parte integrante del territorio nacional"- pasa por la apertura política y la posibilidad de celebrar, con garantías de credibilidad, un futuro referéndum sobre la autodeterminación de los taiwaneses.

De ahí la relativa tolerancia hacia las formaciones de la oposición moderada -que no parecen extenderse hasta permitir un regreso del oponente Hsu-; éstas formaron, hace unos meses, el Partido Democrático Progresista, que se opone al preponderante Kuomintang, entre cuyas filas no siempre es bien recibida la táctica de la apertura política preconizada por su veterano presidente.

El Partido Democrático Progresista, que presenta 43 candidatos a la elección parcial de pasado mañana, expresa en su programa la necesidad de acabar con el estado de enfrentamiento entre Taiwan y China y sostiene que "el futuro de Taiwan debe ser decidido por los propios taiwaneses". "Trabajaremos para la autodeterminación", dijo, a su vez, el opositor Hsu, firme partidario de mantener la actual independencia de la isla de Taiwan, a pesar de las reivindicaciones territoriales de los dirigentes de Pekín, aunque "rnanteniendo relaciones especiales con China".

El tema de la autodeterminación de la población de Taiwan es uno de los más candentes en un país con un sistema político autoritario.

Dentro del programa de liberalización bajo control, orquestado por el Kuomintang, el resultado del voto del próximo sábado debería dar la medida de la popularidad que goza el nuevo partido de la oposición. Si los votantes confirman la tendencia al cambio, hacia una mayor liberalización, es posible que en los próximos meses el Kuomintang acepte nuevas reformas en la línea de la legalización de nuevos partidos, siempre y cuando éstos cumplan tres principios básicos: el respeto de la actual Constitución, el anticomunismo y la idea de que un día Taiwan y el territorio continental, es decir, la República Popular China, deben ser unificados.

Con una población que en un 85% ha nacido en Taiwan, la vieja guardia del Kuomintang no parece contar con gran entusiasmo popular en su programa de reivindicación del territorio continental. De ahí la posible pujanza, con o sin la presencia de Hsu, de los hombres de la oposición que preconizan ideas más pragmáticas cara al principal problema para el futuro de Taiwan: la reivindicacion territorial de Taiwan por parte de la República Popular China.