La banca, satisfecha y aliviada tras la dimisión de Manuel Fraga

La salida de Manuel Fraga de la presidencia de Alianza Popular ha sido recibida en medios económicos con una cierta sensación de respiro y de alivio por lo que se pronostica como un paso más en la desaparición de un partido político "con unos gastos muy elevados y cuya ejecutoria no los justificado, según declaraban ayer diversas fuentes del sector financiero consultadas. Para estas fuentes, la presencia en la vida política de Alianza Popular no había representado prácticamente beneficios, y la situación tras la dimisión "sigue igual que antes". "Quien mejor nos defiende es la CEOE", concluyeron.

Una sensación de respiro y alivio se detectaba ayer en los círculos financieros, los principales proveedores de fondos hacia Alianza Popular, tras el anuncio de Manuel Fraga de presentar su dimisión como presidente ole esta formación política. Los responsables de los principales bancos nacionales, que durante una década han destinado importantes cantidades de dinero a mantener el aparato organizativo de la derecha española, se mostraban ayer distendidos a la hora de enjuiciar el futuro político que se avecina tras lo que se considera como el penúltimo paso de la existencia de Alianza Popular. Los accionistas de estos bancos, nacionales o extranjeros, se muestran moderamente tranquilos -algunos hablaban de que están "encantados"- con la actual situación política que "propicia estabilidad económica".Alianza Popular es una formación política que "ha costado muchos miles de millones de pesetas", según fuentes financieras -el montante exacto sólo lo puede conocer el Banco de España "y es posible que ni siquiera lo sepa"-, y que "apenas ha defendido los intereses de la llamada derecha económica española

Los gastos de funcionamiento de este partido, los elevados; costes originados con motivos de las distintas campañas electorales y los escasos resultados obtenidos, fueron causas, entre otras, del alejamiento progresivo de: los poderes económicos de la derecha política. Ello empezó a dejarse sentir de forma clara en las pasadas elecciones legislativas cuando el hasta entonces apoyo unánime al partido de Fraga se rompió en mil pedazos, y otros partidos políticos recibieron financiación en elevadas cantidades.

Aunque Coalición Popular fue la formación que más dinero recibió, los resultados obtenidos entonces, la ruptura de la propia coalición, las discrepancias internas y las modificaciones en la cúpula bancaria en los últimos tiempos anunciaban problemas importantes para Fraga y su partido. Según el responsable de uno de los siete grandes bancos "la retirada de Fraga hay que unirla con la salida de Emilio Botín, padre, de la presidencia del Banco Santander y con la pérdida de influencia de Pablo Garnica en Banesto, ya que eran sus principales apoyos".

El recuerdo de UCD

Los sectores económicos consideran que la salida de Fraga constituye el principio del fin de esta formación política y algunos llegan incluso a compararla con la última etapa de UCD. Para estos sectores no existe un sucesor con el suficiente carisma que pueda articular el partido y conservar los votos que "de todas formas son patrimonio casi exclusivo de Manuel Fraga", según reconocen.

Estas fuentes no saben lo que puede pasar en un futuro inmediato -aunque apuestan por la desaparición a medio plazo de Alianza Popular- y a donde irán los votos ahora concentrados alrededor de Fraga. Tienen claro, ahora, que no merecía la pena el gasto en que se ha incurrido para los escasos resultados obtenidos y para "la deficiente defensa de los intereses que han hecho en estos años".

Alianza Popular ha sido el partido que ha recibido mayores fondos por parte de los bancos y empresas en los últimos años, no sólo para hacer frente a los sucesivos procesos electorales, sino también para garantizar su funcionamiento cotidiano. En las elecciones legislativas del pasado 22 de junio recibieron oficialmente 1.200 millones de pesetas de los principales bancos. Para las elecciones autonómicas al Parlamento vasco recibieron 100 millones de pesetas, la misma cantidad que el CDS.

Del total de 4.000 millones de pesetas prestados en junio los bancos han recuperado ya casi 1.200 millones de pesetas, de los que unos 300 millones corresponden a la Coalición Popular y proceden de las subvenciones gubernamentales por los votos recibidos.

La intención de pagar

Al final, señalaban ayer diversas fuentes bancarias, la cuestión de si Coalición Popular debía hacer frente a sus deudas con el dinero que reciben los grupos parlamentarios del Congreso y del Senado era más una cuestión de forma que de cantidad "porque estas subvenciones son mínimas" Pero, afirmaban, lo importante era el principio de pagar, o demostrar la intención de hacerlo Alianza Popular, dijeron, no solo no lo ha hecho sino que mostró su total oposición a realizar desembolso alguno.

La mayor parte del dinero prestado en esa ocasión se recuperará, señalaron, pero la postura de Alianza Popular de no querer devolver lo prestado debía contestarse. Por ello costó tanto que obtuvieran financiación para las autonómicas vascas y se equiparó con el partido de Suárez.