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Propuesta para crear una asamblea legislativa multirracial en la provincia surafricana de Natal

Los dirigentes de las diversas comunidades raciales de la provincia de Natal, una de las cuatro que forman la República de Suráfrica, se encontraban ayer a la espera de una reacción por parte del Gobierno de Pretoria al acuerdo alcanzado el fin de semana para el establecimiento en la provincia de un Parlamento multirracial sobre la base de un hombre, un voto.

El experimento ha despertado un interés inusitado entre los observadores y analistas políticos, que consideran que, caso de ser aceptado por Pretoria, podría constituir la base de tina salida negociada al problema político de Suráfrica, quizá la única posibilidad de evitar, como muchos temen, una guerra civil sangrienta.El acuerdo ha supuesto la culminación de ocho meses de duras negociaciones entre los representantes de la mayoría negra zulú, encabezados por el líder máximo de la mayor nación negra de Suráfrica, el jefe Mangosuthu Buthelezi, y los representantes de las minorías blancas, india y mestiza. En realidad, se trata de fusionar el bantustán de KwaZulu con la provincia de Natal, para conseguir una nueva entidad que se denominaría KwaNatal.

Las propuestas fueron aprobadas por una indaba (el término zulú para designar una asamblea o conferencia), compuesta por 26 delegados, de los que sólo dos se opusieron. Precisamente, la oposición partió de dos representantes de grupos afrikaner, uno cultural y otro económico.

La Indaba pretende conseguir la aprobación por parte de Pretoria de una nueva Constitución multirracial para la nueva entidad provincial KwaNatal.

Buthelezi, líder indiscutible de los seis millones de zulúes surafricanos con una organización política, Inkhata, de un millón de afiliados, ha variado sus planes originales para acomodar los derechos de las minorías. En la actualidad, en Natal habitan 600.000 blancos, 700.000 indios y unos 90.000 mestizos, aparte de cerca de cuatro millones de zulúes.

En un principio, Buthelezi quería una legislatura de una sóla Cámara, a lo que se opusieron los representantes de las minorías por miedo a quedar completamente absorbidos por la mayoría zulú.

En la propuesta definitiva, KwaNatal constaría de dos cámaras: una primera de 100 miembros, elegida por sufragio universal, que estaría lógicamente dominada por la mayoría zulú, y una segunda, de 50 diputados, en la que estarían representados en igual proporción los diversos grupos raciales. El Gobierno de la provincia tendría 10 miembros, cinco de los cuales nombrados por el chief minister, o ministro principal, y otros cinco nombrados por un colegio electoral de miembros de las dos cámaras legislativas.

Observadores imparciales han recordado que Buthelezi visitó recientemente Washington, donde mantuvo una larga entrevista con el presidente Ronald Reagan, en la que le explicó las propuestas de la Indaba, y le pidió el apoyo norteamericano para las mismas, ya que el experimento, caso de triunfar, podría aplicarse al resto de Suráfrica.

Hasta el momento, el establishment gubernamental de Pretoria guardaba un absoluto silencio sobre las propuestas aprobadas en Natal. De una parte, el Gobierno del presidente Pieter W. Botha no desea enfrentarse con el único líder negro con una credibilidad y un seguimiento fuera del Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela. Pero, por otra, no parece muy dispuesto a discutir ninguna propuesta aperturista hasta la celebración de nuevas elecciones generales, posiblemente esta primavera, ante el temor de una pérdida de votos en las provincias afrikaners del Transvaal y el Estado libre de Orange a las dos formaciones de extrema derecha.

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