El sindicato alemán del metal reanuda su batalla por conseguir la semana laboral de 35 horas
Los 2,5 millones de miembros del sindicato metalúrgico alemán IG Metall reanudarán su batalla para conseguir la reducción de la jornada laboral de 38 horas 30 minutos a 35 horas semanales, sin rebajas salariales.Las primeras negociaciones comenzarán el 12 de diciembre, en Renania-Westfalia, cuando finalice el convenio colectivo regional. Las negociaciones se iniciarán posteriormente en las otras regiones.
Para el nuevo presidente de IG-Metall, Franz Steinkuehler, de 49 años, elegido en octubre pasado, este bautismo de fuego será decisivo. Una victoria tendría fuertes repercusiones laborales en toda la República Federal de Alemania, y contribuiría a devolver el prestigio al movimiento sindical, muy maltrecho tras el escándalo de su imperio inmobiliario Neue Haimat.
Contexto favorable
El contexto es bastante favorable para la lucha por conseguir la jornada semanal de 35 horas, abandonada en 1984 después de siete semanas de huelga. Durante esas protestas, los trabajadores consiguieron rebajar la jornada de 40 a 38 horas 30 minutos. Sobre todo, los sindicalistas confían ahora en que el buen momento económico de la RFA ayude a sus reivindicaciones.En estos momentos, IG Metall está informándose sobre la situación financiera de las empresas del sector para preparar su plan de ataque. Ya se da por hecho que la patronal no aceptará sin resistencia una reivindicación que juzga "antieconómica, irrealista y ruinosa".
Por el contrario, IG Metall cree que la metalurgia alemana ha resistido bien la jornada de 38 horas 30 minutos semanales, por lo que también soportaría una nueva reducción hasta 35 horas. Esta disminución del tiempo de trabajo crearía 200.000 empleos en el sector, según el portavoz del sindicato, Dagmar Opoczvriski.
La adopción de la jornada laboral de 38 horas 30 minutos, afirma IG Metall, ha creado 109.000 puestos de trabajo desde 1984. Sin embargo, el portavoz de la patronal, Werner Riek, niega estos datos, y afirma: "Desde 1984 han sido creados 330.000 empleos en la metalurgia alemana, que emplea en estos momentos a cerca de cuatro millones de asalariados, pero 300.000 de esos nuevos puestos son consecuencia directa de la buena coyuntura económica".
Las diferentes posturas auguran una nueva lucha. El sindicato es rico y puede aguantarla, según la patronal, que afirma que IG Metall recauda 50 millones de marcos (3.350 millones de pesetas) mensuales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.