El presidente del Gobierno declara en Bilbao que serán los socialistas los que negocien una coalición

VICTORINO RUIZ DE AZÚA El presidente del Gobierno, Felipe González, reiteró ayer por la tarde, en una conferencia de prensa celebrada en Bilbao, su disposición a la cooperación y el diálogo con el Ejecutivo autónomo que resulte de las elecciones que se celebrarán el próximo día 30 en Euskadi, pero insistió en que las instituciones del País Vasco deben mantener lealtad a la Constitución y al estatuto de autonomía. Gónzalez no quiso pronunciarse sobre los pactos posibles para la formación del nuevo Gobierno autónomo, y aseguró que ése es un problema que resolverán los socialistas vascos. Por su parte, el candidato a lehendakari del PSE-PSOE, Txiki Benegas, reconoció anoche, en el programa de televisión Punto y aparte, que ETA estudió la posibilidad de atentar contra él en 1978.

González rechazó las críticas que se le han hecho durante la campaña por no haber gobernado desde Madrid de acuerdo con el compromiso de diálogo y desarrollo pleno del Estatuto de Gernika expresado en un mitin multitudinario celebrado en el velódromo de Anoeta (San Sebastián) en octubre de 1982."En aquel momento", señaló, "defendía la misma posición que defiendo ahora y que está defendiendo el partido socialista. Si entre las fuerzas políticas del País Vasco llega a haber un acuerdo que garantice el, denominador común que en definitiva da estabilidad a la democracia, el Gobierno de España asumirá ese compromiso, de igual forma que asumimos el compromiso que todas las fuerzas representadas en el Parlamento vasco establecieron en marzo de 1985 sobre el tema de la paz y todas sus implicaciones".

González dijo que no entiende exactamente qué es el pacto de Estado para la normalización de Euskadi que en ocasiones han socilitado las fuerzas nacionalistas, y añadió que ya existe un gran pacto de Estado refrendado por la gran mayoría de los ciudadanos de España y también del País Vasco, que es el bloque constitucional, integrado por la Constitución y el Estatuto. Preguntado sobre la declaración del vicepresidente Alfonso Guerra en el sentido de que es necesario excluir del futuro Ejecutivo de Vitoria al Partido Nacionalista Vasco, González dijo que él no tiene ningún criterio determinado y que la negociación de acuerdos para formar un Gobierno de coalición corresponde al Partido Socialista de Euskadi, que será, el que defina el sentido de los acuerdos necesarios. González desmintió haber mantenido negociaciones o conversaciones secretas con los candidatos a lendakari de Eusko Alkartasuna y Euskadiko Ezkerra (EE), Carlos Garaikoetxea y Juan María Bandrés, como había afirmado hace unos días el candidato del PNV, José Antonio Ardanza.

Admitió haber mantenido una conversación con Mario Onaindia, de Euskadiko Ezkerra, pero antes de que hubiera comenzado la campaña electoral "y sin relación con los resultados del 30 de noviembre".

El presidente del Gobierno dijo que los socialistas mantienen buenas expectativas ante las elecciones y que tiene la esperanza de que introduzcan un factor de racionalidad en la política vasca. Preguntado sobre la influencia del resultado electoral sobre la pacificación de Euskadi indicó que será positiva si se puede hacer verdad el compromiso adoptado en marzo de 1985 por todas las fuerzas políticas en el Parlamento de Vitoria, a excepción de Herri Batasuna, en el que se excluye la violencia como medio de alcanzar objetivos políticos. "Si todos fueran leales de verdad a ese acuerdo asumido por todos los partidos sería muy importante", subrayó González.

El presidente reiteró la necesidad de que todas las fuerzas políticas acepten el marco constitucional, "que permite expresar todas las posiciones, incluso las que están en desacuerdo con ese marco jurídico-político aprobado por la inmensa mayoría", dijo, y condenen a los que emplean procedimientos antidemocráticos y violentos para imponer a los demás sus condiciones.