Calderón afirma que consintió la destitución de Vicente Miera
Vicente Calderón, de 73 años, presidente del Atlético de Madrid rompió ayer el silencio que había mantenido a causa de una operación de garganta. Su alejamiento físico del club y la destitución de Vicente Miera habían dado pie a especular con un golpe de Estado. "Aunque me encontraba enfermo, soy enemigo de echar balones fuera. Todo se realizó con mi consentimiento". Calderón afirma que el presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, será bien recibido en el palco si acude al derby del próximo 7 de diciembre.
Pregunta. ¿Votó usted a favor de la destitución de Miera o hubo golpe de estado en su ausencia física?Respuesta. Aunque me encontraba enfermo, no soy amigo de echar balones fuera, y todo se realizó con mi consentimiento. Defendí a Miera siempre, pero la situación del equipo obligó finalmente a la resolución del contrato por mutua conveniencia. Y se resolvió respetando los acuerdos que lo formaban, y punto.
P: Usted llegó a decir que defendería a Miera hasta el final o que se iría con él. ¿Lo va a cumplir?
R. Tengo un buen concepto de Vicente Miera como persona honesta y leal. Es un profesional íntegro que defiende a quien le contrata, sin diferencia de colores. Por eso insisto en que desde el primer momento le defendí en ese aspecto contra los difamadores de su lealtad. Se le ha dado un tratamiento a este tema por parte de algunos medios de información a mi entender desfasado. Temas semejantes están a la orden del día y no se les concede ninguna importancia. Se ha resuelto un contrato que existía por mutua conveniencia de ambas partes. Respetando los acuerdos que lo formaban y nada más. Cada cual es muy libre ahora de pensar y decir lo que le plazca.
P: Usted dijo que en el club hay manzanas podridas. ¿Va a dar alguna vez nombres y a tomar medidas?
R. Este tipo de manzanas no es de nuestra exclusiva. Abundan en todos los estamentos. Las que tengamos nosotros por fuerza deberán eliminarse para que no contaminen la fruta sana. Queda por saber quién será el presidente dentro de unos meses para el próximo mandato, ya que reajustará el sistema de acuerdo con su criterio.
Colitis cerebral
P: ¿El Atlético ha dado una imagen de confusión y caos agravada en su ausencia?R. Todos tenemos la sensación de que somos indispensables. Cuando falta el responsable principal se adoptan las decisiones, por lo regular, con reservas ante el temor de equivocarse. El fútbol es distinto a todo y requiere experiencia para no sufrir errores. A pesar de todo, la colitis cerebral nos invade en ocasiones, por eso estoy de acuerdo en que, como dice el refrán, el ojo del amo engorda el caballo, aunque yo no soy en este caso el amo de nada ni de nadie.
P: Las relaciones con el Madrid son tensas desde el año pasado. Ramón Mendoza ya ha dicho que duda sobre la conveniencia de acudir el próximo día 7 al palco del Calderón al partido entre los dos equipos madrileños. ¿Cree que hay motivos para obrar así?
R. No debe existir ninguna razón para que no sea bien recibida en nuestro palco la delegación del Real Madrid con su presidente, señor Mendoza, al frente. Me causaría tristeza que así no fuera. A pesar de estar aún bajo prescripción facultativa, yo trataré de asistir, aunque he leído que quizá no asista el señor Mendoza. Está en su derecho de hacer de su capa un sayo. Ya en la confrontación anterior no acudió y me obligó a que hiciera yo lo mismo en el Bernabéu. Pero él tiene experiencia y sabe que los dirigentes estamos obligados a aguantar. Cualquier cosa es preferible a dejar que vaya tu equipo solo y sin respaldo, como hizo mi antecesor, señor Cabeza, cuando prefirió quedarse en nuestro estadio comiéndose una tortilla con seguidores engañados. Pero no voy a criticar a quien no quiera asistir.
P: ¿Qué sabe de los rumores sobre el interés del Real Madrid en fichar a su jugador Paco Llorente?
R. Este tema lo ignoro, está fuera de juego y es anecdótico. Cuando las pasiones se desbordan y surgen seguidores que ponen en peligro el espectáculo creyendo que con ello son más fieles a sus colores, malo, muy malo para el deporte.
