El Consejo de Administración del Vizcaya limita a 65 años la edad del presidente
Algunos de los grandes bancos nacionales han iniciado en los últimos meses un proceso de sustitución de sus principales responsables por motivos de edad, como es el caso del Santander, o como una decisión meditada, como el del Banco de Vizcaya. En esta última entidad, el consejo de administración anunció hace unas semanas que el 31 de enero de 1987, Pedro de Toledo, actual consejero delegado, ocuparía el cargo de presidente. Pero en esa misma fecha, el Consejo de Administración del Banco de Vizcaya decidió también, como medida de régimen interior, establecer límites de edad para las personas que accedan a los puestos de consejero, consejero delegado o presidente de la entidad.
La decisión de limitar la edad hasta la que pueden ocupar cargos de responsabilidad, iniciada con antelación por el Banco de Bilbao aunque en este caso sólo afecta a consejeros, entró en vigor a partir de los nombramientos decididos en el consejo del pasado mes de septiembre. Los límites de edad son de 75 años para los consejeros, 65 años para el presidente y 60 años para el consejero delegado. Los límites de edad adquieren especial importancia para los dos cargos de máximo nivel dentro del banco, especialmente por la relativa "juventud" que se ha fija do. Emilio Botín acaba de dimitir, con 83 años, y el presidente de Banesto, Pablo Garnica, tiene una edad aproximada. El Banco Exterior de España, de mayoría de capital público, tiene establecido que el presidente dejará el puesto a los 70 años. El acuerdo del Consejo de Administración del Banco de Vizcaya establece, aparte de los topes máximos, otros anteriores que se dejan a la propia decisión de los consejeros o el presidente. En este supuesto el presidente puede anunciar su marcha a partir de los 60 años, y antes de que se cumpla su mandato total y los consejeros una vez que cumplan los 70 años.
Las explicaciones
Las explicaciones que se dan de la decisión del Consejo de Administración del Vizcaya coinciden todas en señalar que representa una racionalización de algo que hasta ahora se venía haciendo normalmente de forma traumática o por motivos de edad.La sustitución de Luis Usera por Alejandro Albert y de éste por Claudio Boada obedecieron a los problemas por los que atravesaba el Hispano. Algo parecido ocurrió con el cambio al frente de Banesto de José María Aguirre Gonzalo por Pablo Garnica. En este caso, como en el hipotético de que Garnica acabe dimitiendo y sea sustituido por José María López de Letona, se podrían argüir razones de edad para intentar ocultar los importantes problemas de gestión descubiertos en años anteriores.
Fuentes del Banco de Vizcaya señalaron que la medida de establecer un tope de edad permite prever las sustituciones con tiempo, al tener claro cuándo se deben producir como máximo. El consejo de administración conoce a los posibles sustitutos a través de, las comisiones en las que se integran y durante un período de tiempo prolongado se puede llevar a cabo un doble programa: el de la persona que finaliza su mandato y el de quien vaya a sustituirle.
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