Anarcos
"Anarcos" parece el nombre de un semidiós griego, pero ustedes saben muy bien lo que es. La locura anarco se ha disparatado esta semana contra las barricadas ya invernizas de noviembre. La CNT se levanta en armas y siglas "para la recuperación del pensamiento libertario". ¿Es que hay otro pensamiento? La Fundación de Estudios Libertarios Salvador Seguí, llevada por Eduardo de Guzmán, es quizá la única fundación cultural que no persigue prioritariamente evadir impuestos. José March está moviendo un manifiesto. "El pensamiento libertario continúa siendo una sombra del pasado". En esta semana, la sombra ha cobrado corporalidad. "Creemos que la presencia de un ideario crítico, humanizador, es indispensable para profundizar las, libertades". Mírala, mírala, la Puerta de Alcalá. "Se hace necesario que el viejo topo del pensamiento libertario vuelva a dar sus frutos". Heberto Padilla ha venido a mi dacha para pedírme un ensayo sobre Valle-Inclán, con destino a sumieva revista. Valle, el Valle tardío del Ruedo Ibérico, es el libertario más poderoso de palabra que ha tenido, España. El Movimiento por la Paz reanuda sus actividades. La Coordinación Estatal de Organizaciones Pacifistas se ha montado toda una movida. Hoy domingo, por la mañana, hay una carrera popular desde los barrios y pueblos de la periferia hasta la Puerta de Alcalá. Mírala, mírala. Cantautores de bordillo y mogollones musicales esperan/animan a los corredores. Finalmente leerán un papel. Las grandes movidas suelen resolverse en un papel. Sólo ha existido lo que se congrega en texto. Lucía García, Carlos Otamendi, Manolo Luengo y Mercedes Pardo están en el tema. Ocho rutas para llegar a Madrid corriendo. Mírala, mírala. Convocan todos, de los Antimperialistas a las Lesbianas, de las abortistas los antiarmamentistas, de Comisiones a Onda Verde y Radio Cero, pasando por los eco logistas ; monseñor Óscar Ro mero. La Puerta de Alcalá, carolina y con los tulipanes en la tercera edad (Barranco ha acertado señalando que Madrid es un producto de la Ilustración), espera a los corredores/corretones, con esa cosa que tiene de "perchero histórico de la ciudad". Mírala/mírala. Todo es deportivo, festivo y participativo. Hay charangas como de Luis Berlanga, gran libertario, que parecen freidurías de la música, y camioneta para los tarretes que.se cansen La Gran Movida tiene una consigna: "Muévete por la paz". Colmenar, Torrelodones Aravaca, Móstoles, Alcorcón, Leganés, Getafe, Villaverde, Fuencarral, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Alcalá, Torrejón, Vallecas, Arganda, Cíempozuelos, Valdemoro pueblos afluentes, barrios itinerantes, el caserío madrileño, hacia esa insignia del Madrid ilustrado que es la Puerta de Alcalá, mírala/mírala. A su encuentro, las chicas de Vindicación Feministas, las girls scouts de Lidia Falcón, con aros, panderetas, melenas que caligrafían el , cielo y largas faldas de mucho vuelo que navegan con todo el viento dentro. Y los del Yoga para la Paz,-que vienen de la soledad y van al humor, que ayudan y son sabios, que se quieren profundos y claros, que tratan de "asir lo divino", como Marisa Cid. Y las Mujeres Violadas, en Asociación de Asistencia contra la legislación, abanderadas por Carmen Roney. Todos en confluencia simultáneo/demorada hacia una metafórica Puerta de Alcalá, capitular en piedra de las libertades españolas. Marsillach, Gutiérrez Aragón Pilar Miró y Aute me proponen el amor como locura. El otoño/invierno, pues, viene libertario, romántico, apasionado, esproncediano. Lo bueno que tiene la burocracia como libertad (Gobierno) es que en el pueblo, por reacción, entonan todas las libertades y se echan a correr por, las calles. Me lo decía ayer una marquesa, en el Palace: "Debajo de la movida folklórica me parece a mí que hay una movida más profunda". Esta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.