Ponce Enrile fija condiciones al Gobierno filipino para buscar la paz con la guerra

El ministro de Defensa filipino, Juan Ponce Enrile, afirmó ayer que las actuales negociaciones de paz con la guerrilla comunista "no pueden atentar contra la integridad del Ejército ni contra su capacidad de defender al pueblo". En un discurso pronunciado ante unos 1.000 militares en las afueras de Manila, Ponce Enrile dijo también que la paz con los comunistas "no puede lograrse mediante atentados a la libertad colectiva y a la dignidad", en una aparente crítica a las concesiones que el Gobierno estaría dispuesto a hacer.

La presidenta Corazón Aquino, mientras tanto, descartó ayer la posibilidad de un golpe de Estado en su contra mientras permanezca en Japón, país que visitará oficialmente la próxima semana. "Cada vez que viajo al extranjero se habla de un posible golpe de Estado. Creo que los golpes, si existen, no se anuncian", dijo Aquino.Versiones periodísticas habían hablado en los últimos días de planes militares para abortar el diálogo con la guerrilla mediante un golpe de Estado. Aquino dijo que el diálogo seguirá adelante y se mostró optimista de que se alcance un alto al fuego antes de que termine el año.

El ex dirigente de la guerrilla Víctor Corpuz reveló ayer que los comunistas lanzaron una bomba a una marcha opositora en 1971 que dejó nueve muertos y que sirvió al dictador Ferdinand Marcos para dictar la ley marcial. Las revelación de Corpuz es la primera confirmación directa de la participación comunista en el atentado, que se había sospechado a lo largo de todos estos años.

Por su parte, el fundador del Partido Comunista filipino, José Sisón, afirmó ayer en Japón, en donde está invitado por una universidad, que el ministro Ponce Enrile es "un fanfarrón en una situación desesperada", lo que le puede lanzar en una aventura golpista.