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El Gobierno de Shamir cubre con el secreto el caso del técnico que reveló planes nucleares

Israel está decidido, al menos aparentemente, a no hacer revelación alguna sobre el caso Vanunu. "El Gobierno tiene razones de peso", es la respuesta sibilina que dio ayer el primer ministro, Isaac Shamir, a preguntas de la radio israelí. Mordejai Vanunu es un técnico nuclear que ha hecho revelaciones sobre el poderío atómico de Israel.

El periodista de la emisora israelí, insatisfecho con la respuesta del primer ministro, insistió: "La Prensa internacional ha acusado a Israel de haber secuestrado a Vanunu. ¿Puede usted, al menos, confirmar o desmentir la presencia de Vanunu en una prisión israelí?". La respuesta de Shamir no fue iinenos enigmática: "El Gobierno actúa en interés de los ciudadanos de Israel".Varios ministros y diputados de la mayoría gubernamental se han dirigido a Shamir para pedir aclaraciones sobre el misterio en que está envuelto el caso Vanunu. "Este juego del escondite no tiene pies ni cabeza. Perjudica nuestro prestilgio internacional y los intereses nacionales", declaró un ministro laborista.

En un editorial titulado Nada de secretos, el periódico liberal Haaretz considera que la actitud del Gobierno en este asunto es contraria a los principios de una sociedad democrática. "La opinión pública israelí", afirma, "cree que Vanunu, que ha vendido o entregado documentos secretos sobre la central nuclear de Dimona, es un espía, un traidor que merece una dura condena. Los espías son juzgados normalmente a puerta cerrada. No obstante, no nos gusta que nuestras autoridades tomen la costumbre del secretismo. Toda detención debe ser hecha pública. Este es un principio básico de nuestra sociedad democrática, y ningún motivo, ni siquiera el de la seguridad nacional, justifica una desviación de tal norma".

La información de Vanunu fue publicada por el dominical londinense The Sunday Times y EL PAÍS el 5 de octubre.

El diario popular Maariv crítica a la Prensa británica que se burla de la seguridad de Israel, cuyo Gobierno no ha podido impedir qae se divulguen secretos atórnicos de Dimona.

Varios expertos de los servicios de seguridad se preguntan sí el misterio con que ha sido rodeado el caso se debe al hecho de que una vez más, los dirigentes israelíes quieren proteger a los responsables, de los servicios especiales de seguridad. Estos, en primer lugar, no evitaron que Vanunu fotografiara a placer instalaciones secretas, y luego no hicieron nada por impedir que el técnico de Dimona se fuese tranquilamente al extranjero con fotografías y reveladores gráficos y esquemas técnicos.

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