Unos 40.000 niños sufren habitualmente malos tratos físicos en España

El presidente de Filium, Asociación para la Prevención de Maltrato al Hijo, Juan Pundik, afirmó ayer que podrían ser 40.000 los niños que en España sufren habitualmente malos tratos físicos por parte de sus padres. Este número, según Pundik, es muy superior si se incluyen los malos tratos de orden psicológico, entre los que destacan las tareas extraescolares encomendadas por profesores, o trabajos que les encargan sus padres después de haber estado siete horas en el colegio.

Filium es una organización internacional creada en 1971 en Buenos Aires por el pediatra y psicoanalista argentino Arnaldo Rascovski, que se encuentra extendida hoy en la mayor parte de los países de habla hispana.En España comenzó a funcionar en 1977 como asociación civil sin fines de lucro, y forman parte de ella unos 250 psicólogos, psicoterapeutas y abogados, asistentes sociales y maestros.

Esta asociación, que ha inaugurado una nueva sede en Madrid, "no está inspirada", dijo su presidente, "por razones caritativas o de beneficiencia, sino por argumentos verdaderamente científicos".

Pundik, un psicoterapeuta español nacido en Argentina, afirmó que el objetivo inmediato de Filium es lograr un mayor conocimiento y comprensión en los padres y en la sociedad sobre los problemas de los niños y adolescentes.

"Se trata precisó, "de conseguir que los niños sean concebidos, nazcan, se críen y se eduquen en una atmósfera de amor y de comunicación, que favorezca el desarrollo de su personalidad equilibrada".

Escuela de padres

"La asociación", agregó, "pretende ser también una escuela para padres y desarrollar una campaña permanente de investigación y orientación, divulgación y orientación de padres, maestros, profesionales y adultos en general sobre los problemas de los niños y de la adolescencia".

En definitiva, aspira a que los niños sean "deseados y amados", porque "amar al hijo es erradicar la violencia", y para "cambiar la vida es preciso cambiar primero la forma de nacer", añadió Pundik. Por ello, dijo, la sociedad, el Estado y sus individuos deben centrar sus objetivos en la prevención primaria, puesto que la "supresión del maltrato al hijo, la erradicación de las conductas filicidas a partir del mismo nacimiento, constituyen la tarea preventiva más eficaz".