Los radicales italianos estudian aplazar hasta enero su disolución
El Partido Radical italiano no se disolverá en el caso de que, antes del 31 de diciembre próximo, consiga incrementar hasta 10.000 el número de sus afiliados, que ayer era de 5.600. Ésa fue la propuesta lanzada ayer al congreso del partido por Marco Pannella, uno de los partidarios de la disolución, junto con la hipótesis de que, si su propuesta es aceptada, el actual congreso quedaría virtualmente abierto hasta final de año. Sus adversarios criticaron este proyecto por "inalcanzable".
En la jornada de ayer, mientras un líder de los gay italianos leía una moción contra el documento del cardenal Ratzinger sobre la homosexualidad, uno de los presentes, de unos 54 años, perdió sus nervios, llegó hasta la presidencia, rompió botellas, y vasos y, adueñándose del micrófono, pidió a los congresistas que salieran de la sala, acusando a Pannella de fascista y manipulador.
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