El mercado sabe bien lo que no quiere
Los últimos acontecimientos registrados en el entorno económico y social han decidido a los inversionistas a sacar papel al mercado en cantidades que superan ampliamente las de la semana anterior.Los recortes en los precios han sido generales, y los índices de las cuatro bolsas pierden entre los 3,07 puntos de Madrid y los 4,36 de Barcelona, dando paso a una nueva fáseen la tendencia negativa en la que el nivel de los precios, el mercado a crédito y la total ausencia de expectativas están desempeñando un papel importante.
Las medidas de choque anunciadas por el Gobierno no han tenido el menor impacto en el ánimo de los operadores, no siendo negativo, con lo que parece que el mercado ya ha hecho su propia composición de lugar y ha tomado las decisiones que creía más adecuadas de cara al futuro a corto y medio plazo.
La corriente de ventas que se ha originado ha provocado un desajuste con las renovaciones de operaciones a crédito, que el viernes pasado supusieron casi el 20% del total contratado en la sesión. Parte de las órdenes de venta que salieron ayer al mercado son, presumiblerriente, cancelaciones de crédito, ante la proximidad de las fechas en las que se debe hacer frente a los pagos por diferimiento y teniendo en cuenta el cariz que están tomando los acontecimientos.
El nivel de los precios, todavía con un índice en el 188%, permite en muchos casos una salida cómoda de papel, aunque esta posición choque con los intereses de aquellos que entraron más recientemente.
Pese a que las medidas del Gobierno se consideran en general acertadas, se poneen duda su incidencia sobre los precios a medio y largo plazo, lo que ha llevado a una especie de final de ejercicio anticipado, al no esperarse ya ningún tipo de novedades en lo referente a la. tasa de inflación y a los tipos de interés. Incluso se empieza a cuestionar si el año próximo no se, repetirá la situación y las éxpectativas se verán desbordadas.
El ambiente no era el más adecuado para que el papel iniciase presiones sobre los precios, máxime cuando los compradores parecían haberse retirado, completamente de los corros. Estos primeros tanteos fueron cambiando la situación de forma radical, dejando a las partidas vendedoras como dueñas absolutas del mercado.
La pérdida de más de dos puntos que sufrieron los valores eléctricos se vio pronto superada por los drásticos recortes del sector de construcción, cuyo índice registró una baja de 9,52 puntos.
Banca y comunicaciones también perdieron cantidades cercanas a los tres puntos, lo que venía a confirmar el carácter generalizado de las ventas, quedando un solo sector como muestra de que las cosas también pueden ir bien, el de seguros, en donde La Unión y El Fénix inició su ampliación de capital recuperando íntegras las 80 pesetas a que se cotizaron los derechos y ganando además 30 enteros.
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