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"Yo no fuí un esquirol"

Rosa Cullell

R. C. Muchos mineros de Gales del Sur lucen en sus monos insignias con la frase: "Yo no fui un esquirol". Otros llevan pegatinas en sus cascos en las que sólo puede leerse un número: "100% No quieren que nadie dude. Ellos llegaron hasta al final, no entraron en los pozos ni un día antes del 5 de marzo, fecha en que se dio oficialmente por finalizada la huelga.

Durante el largo conflicto de los mineros británicos se produjeron muchos enfrentamientos y no pocas tensiones; se formaron piquetes, y al final muchos hombres no aceptaron la consigna y entraron a trabajar. Pero algunas de las tensiones siguen vivas. La palabra esquirol no debe ser pronunciada bajo tierra. "Es una ofensa que puede provocar el despido", asegura David Temple, uno de los dirigentes mineros británicos.

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Los mineros británicos anuncian nuevas huelgas contra la política del Gobierno

Esa palabra maldita ha sido desterrada. Pero cada uno se pone en la solapa lo que quiere, y ya se han inventado nuevos motes. "Al buen entendedor...", dice Temple.

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