Rodríguez Colorado: "Quiero unas buenas relaciones con el poder judicial"

La primera declaración de intenciones de José María Rodríguez Colorado consistió ayer en expresar un firme propósito de "restablecer, o establecer, unas buenas relaciones con el Poder Judicial". "Para ello", subrayó, "estoy dispuesto a poner todo de mi parte".Instalado en su despacho de delegado del Gobierno en Madrid -el mismo del que salió hace cuatro años como presidente de la Diputación y al que volvió como representante gubernamental en la Comunidad autónoma-, Rodríguez Colorado anunció, como única revelación, que la próxima semana iniciará los primeros contactos con los representantes judiciales.

"Puesto que ha habido un reciente comunicado de la Junta de Jueces de Madrid", precisó poco después de producirse su nombramiento, "estoy dispuesto a reunirme próximamente con ellos, así como con miembros del Consejo General del Poder Judicial, y celebrar cuantas conversaciones hagan falta". "El entendimiento entre policías y jueces es lo mejor para los ciudadanos", apostilló.

Nombrado ayer por la mañana secretario general-director general de la Policía, insistió,en no hacer declaraciones, cuando menos, hasta tomar posesión del cargo el próximo lunes. Rodríguez Colorado, de 38 años, vallisoletano, casado y padre de un hijo, sugirió, no obstante, que no desea tener un protagonismo excesivo y que prefiere, "pensar, madurar las ideas y ejecutarlas con prudencia". "Por de pronto", confesó entre una tormenta de llamadas telefónicas, "este fin de semana quiero dedicarme a reflexionar sobre lo que voy a hacer. No quiero precipitarme".

En consonancia con su propósito, rehusó pronunciarse sobre la proliferación de inculpaciones de funcionarios de la Policía como autores de delitos y se limitó a sentenciar: "Vengo a prestigiar a la Policía". No obstante, señaló que tiene opiniones propias sobre la solicitud de la Junta de Jueces de Madrid de que el Parlamento investigue el aparato policial, o las relaciones con los sindicatos, y advirtió que las expondrá "en su momento".

El nuevo director general de la Policía -alcalde socialista de Majadahonda en 1979, presidente de la Diputación Provincial en 1980 y gobernador civil de Madrid en 1982- aseguraba haber recibido con sorpresa la propuesta de un nombramiento que ni esperaba ni probablemente deseaba. Hasta la designación de Pilar Miró como directora general de RTVE, él fue, con plena aprobación del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, un firme candidato para suceder a José María Calviño.

Ayer, en conversaciones privadas, este militante del PSOE desde 1974 y licenciado en Derecho por la universidad de Deusto, admitía que le había costado trabajo aceptar el ofrecimiento del nuevo cargo, a la vez que subrayaba que le había atraído, "el desafío que entraña la propia dificultad".