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Bravo de Laguna deja sus cargos en el Partido Liberal, pero sigue como diputado

José Miguel Bravo de Laguna, que se declaró culpable la pasada semana de un hurto en unos almacenes de Londres, abandonó ayer todos sus cargos en el Partido Liberal (PL), aunque conservará su escaño de diputado para que continúe en poder de esa organización política, ya que el siguiente en la lista es miembro de A.P. El hasta ahora secretario general del PL lamentó ayer la "falta de solidaridad" que ha encontrado en algunos sectores de su partido, al evaluar la actuación de Andrés de la Oliva, presidente del comité ejecutivo de Madrid. Este órgano había solicitado al consejo político nacional, que se reunirá mañana, el cese de su secretario general, así como del vicepresidente, José Meliá.

Bravo de Laguna apuntó, además, la posibilidad de retirarse de la política, a la vista de cómo se desarrollen, los acontecimientos. No Obstante, agradeció en una carta dirigida a José Antonio Segurado su apoyo y la demostración de amistad que le había expresado."Se ha aprovechado un incidente desgraciado, que no tiene que ver con la política, para hacer un planteamiento general en el seno del partido, dañando mi imagen y la de nuestra organización. Tengo el máximo respeto por todos los comités ejecutivos del Partido Liberal pero, aunque no desearía hacer juicios de valor sobre actitudes personales, creo que se ha aprovechado la circunstancia para sacar a relucir viejos problemas surgidos cuando elaboramos las pasadas listas electorales. Estimo, sinceramente, que en el caso de Andrés de la Oliva y de algún sector del ejecutivo de Madrid ha faltado la sensibilidad que se requiere siempre en un colectivo humano", señaló el diputado liberal.

Bravo de Laguna informó en Las Palmas que los abogados que llevan su caso le ha aconsejado que presente un recurso ante los tribunales británicos; "porque existe un resquicio para obtener mi inocencia", dijo. En breve viajará a Londres para iniciar su "batalla jurídica" a fm del "rehacer" su imagen política. Según precisó, ha presentado la dimisión como secretario general de los liberales porque "se han desorbitado los acontecimientos".

Con su renuncia a los cargos que ocupaba en el partido, intenta retirarse de la "primera línea" y quedar libre para iniciar todas las acciones precisas que le permitan recuperar su "honorabilidad". Por esta razón, no intervendrá, contra lo que tenía previsto, en el debate parlamentario de los Presupuestos Generales, a pesar de ser un experto en el asunto. Durante su pasada militancia en UCD fue titular de la subsecretaría de presupuestos del Ministerio de Hacienda. "He desempeñado cargos en los que tenía miles de millones de pesetas a mi disposición y nadie puede decir que me haya quedado alguna vez con algo ajeno", declaró.

Segurado comentó en la conferencia de prensa que el incidente en los almacenes londinenses "se ha magnificado en tal calibre que José Miguel Bravo de Laguna ha meditado y se ha visto impulsado a dimitir". Esta "repercusión" -informa Juan González Ibáñez- fue calificada de "durísima" por el dirigente liberal, quien ante los periodistas gesticuló ostensiblemente como si se encontrara al borde del sollozo.

Segurado afirmó que no existe ninguna posibilidad de que Bravo de Laguna vaya a dimitir como diputado -en caso de que esto ocurriera le sucedería en el Congreso un miembro de Alianza Popular-. Confirmó que continuará como miembro del comité ejecutivo y del consejo político del PL e incluso sugirió que podría nombrarle asesor de la presidencia del partido.

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Preguntado por qué Bravo de Laguna ha extraído consecuencias políticas del incidente en cuanto a su cargo de secretario general y portavoz parlamentario y no como diputado, Segurado manifestó que le había solicitado expresamente que permaneciera en el Parlamento y subrayó que "ya es un coste durísimo dejar de ser portavoz liberal en el Grupo Popular".

Satisfacción por un abandono

El presidente del PL, que asumirá al menos temporalmente las competencias de la secretaria general del partido, admitió públicamente haber "recibido con satisfacción" la dimisión de Andrés de la Oliva como miembro del comité ejecutivo nacional del partido. Asimismo anuncié que la próxima semana la dirección del PL tomará "algunas medidas" en relación con el comité ejecutivo regional de Madrid, que preside precisamente Andrés de la Oliva. Dicho comité acordó el martes por la noche pedir el cese de Bravo de Laguna como secretario general y de José Meliá, como ejecutivo nacional, por haber contratado éste en la última campaña electoral los servicios a una agencia de publicidad de la que es accionista. Dicho contrato fue aprobado en su momento por José Antonio Segurado, quien se mostró ayer molesto por tener que abordar esta cuestión y se limitó a comentar que él no tiene la culpa de "algunas fobias y filias personales".

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