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El supuesto autor de la sádica agresión a una joven es un brigada del Ejército de Tierra

Amelia Castilla

Un brigada del Ejército de Tierra, de 35 años, cuyo nombre no ha sido facilitado, fue detenido ayer en la localidad madrileña de Alcorcón por la policía como el supuesto autor de la violación y, agresión que sufrió María de los Ángeles M. B., de 20 años, la joven que el viernes día 3 fue lanzada desnuda desde un vehículo. El brigada, un hombre de 1,80 de estatura, moreno y con bigote, está separado de su mujer y tiene cuatro hijos. El detenido se negó a prestar declaración, aunque fue reconocido por la víctima, que se. encuentra internada en el hospital Ramón y Cajal.

El supuesto violador fue detenido ayer a las 12 horas en su domicilio, que comparte con una mujer. El brigada no se sorprendió cuando vio a los policías ante su puerta. "¿Qué, me ha vuelto a denunciar mi mujer por violación?", les dijo. Al parecer la ex esposa del detenido le había denunciado en una ocasión por violación, según fuentes policiales.El detenido, que se negó a prestar declaración, fue reconocido por la víctima, en el hospital Ramón y Cajal donde se encuentra internada. La joven lo identificó mediante una, fotografía. María de los Ángeles dio un bote cuando vio el rostro del brigada y lo reconoció sin lugar a dudas. La joven recordaba perfectamente a su agresor. Lo había visto en dos ocasiones. La primera, el jueves día 2, cuando ella repartía publicidad en la Puerta del Sol y éste se acercó, acompañado de un amigo, para ofrecerle un trabajo mejor y más remunerado como vendedora de ropa; los tres se tomaron un café y quedaron para el día siguiente. El encuentro se produjo a las seis de la tarde del viernes día 23, en la plaza de Embajadores. El agresor iba solo.

El brigada, un hombre alto, moreno, con bigote y bien vestido, le habló a la joven de unos negocios que tenía en Valladolid mientras la conducía por la carretera de la Coruña. al zoco de la localidad de Pozuelo, donde le invitó a tomar unos canapés y una copa. Volvieron a subir al automóvil y se desviaron por un camino poco transitado. Enseguida empezaron los requerimientos sexuales y los golpes.

María de los Ángeles se resistía a ser violada y fue golpeada con saña, especialmente en la cara. En algún momento, según las declaraciones de la joven, llegó a hacerse la muerta para evitar que la siguiera pegando. Desnuda, fue introducida en el maletero del vehículo.

La chica intentó desde el interior del portaequipajes provocar un cortocircuito que detuviera el vehículo y arrancó algunos cables. Poco después notó que el coche paraba y le pareció que estaban en una gasolinera. Pidió auxilio y socorro a gritos, pero el vehículo volvió a ponerse en marcha inmediatamente y a toda velocidad. En algún lugar de la carretera el coche se detuvo y ella pasó de nuevo al interior.

Lo que ocurrió después María de los Ángeles no lo recuerda bien. No sabe si se tiró o fue lanzada del coche en marcha, en la avenida del Cardenal Herrera Oria, a la altura de un lugar conocido como el Palomar. Un taxista que circulaba tiras ellos, vio que algo había caído del coche y avisé al conductor con varias ráfagas de luz, pero el coche aceleró la marcha.

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Estado lamentable

María de los Ángeles fue atropellada instantes después por otro vehículo. Cuando llegó al hospital Ramón y Cajal el estado de la joven era lamentable. La víctima estaba desnuda y cubierta de grasa. Presentaba contusiones por todo el cuerpo, heridas en la cara y un corte en la espalda con desgarro de ano y rotura del exfinter externo, que dejaba al descubierto el sacro, el coxis y ambos glúteos. Los cirujanos se asustaron. "Nunca había visto nada parecido", dijo el doctor Capela, que la atendió desde el primer momento.

Antes de pasar al quirófano la joven fue interrogada por la policía. La víctima facilitó todos los datos que pudo. Sabía que del interior del vehículo había sido arrancada la palabra Renault. Recordó las cintas que había escuchado y el intinerario que habían seguido hasta ser introducida en el interior del maletero. En su declaración, además de una descripción del agresor, incluyó otro dato, creía que habían parado en una gasolinera.

"Se quedó sin gasolina"

La detención del supuesto autor de la violación se llevó a cabo gracias a las declaraciones del empleado de la gasolinera en la que pararon, situada en las proximidades de El Pardo. Los datos facilitados a dos redactores de este periódico por el empleado del surtidor fueron puestos en conocimiento del Ministerio del Interior y de la Dirección General de Tráfico. Las dos letras finales de la matrícula -HF- y la marca y modelo exacto del vehículo sirvieron para precipitar la detención del brigada. A través del ordenador de Tráfico se comprobó que sólo 97 de los 10.000 coches matriculados con esas letras eran de la marca y modelo citado.

Una semana después era detenido en su domicilio de Alcorcón un brigada del Ejército de Tierra. En su coche, un Renault 21 diesel, de color gris, estaban las cintas que la joven recordaba haber escuchado cuando viajó con él. La policía encontró también en el portamaletas los cables que la joven había roto cuando estaba encerrada. Se comprobó que la moqueta del automóvil había sido recientemente limpiada, aunque se apreciaban unas manchas que ayer estaban siendo analizadas por la policía. Una hora después, María de los Ángeles reconocía, a través de una fotografía, a su agresor.

El gobernador militar de Madrid fue informado ayer por la mañana de la detención del brigada, que ayer permanecía en los calabozos de la Brigada Regional de Policía Judicial, situada en la Puerta del Sol. Pese a que el detenido se negó a prestar declaración, un portavoz del grupo de Homicidios aseguró ayer que en un momento del interrogatorio el brigada estuvo a punto de dar el nombre completo de la persona que lo acompañó en el primer encuentro con la joven. La investigación de este caso la han realizado funcionarios del Grupo de Homicidios en colaboración con agentes destinados en la comisaría de Fuencarral.

María de los Ángeles, que ha sido descrita por las personas que la conocen como una joven atractiva, evoluciona favorablemente de las heridas. Durante 15 días tuvo que permanecer tumbada bocabajo. El pasado viernes se levantó de la cama y caminó por la habitación. Es posible que en un par de semanas sea dada de alta y pueda regresar a su domicilio. Según los médicos que la atienden la joven ha recuperado plenamente el nivel de consciencia y ya no se le administra más que un sedante por la noche para que pueda dormir tranquila.

Una llamada anónima

Todo empezó con una llamada anónima recibida en la Redacción de este periódico la tarde del viernes 10 de octubre. Una voz joven aseguró que quería dar una información sobre el violador y que la clave estaba en la pequeña localidad de Mingorrubio, a pocos kilómetros de El Pardo.La escueta conversación fue la siguiente:

"Sé en qué gasolinera paró".

" ¿En cuál?".

"La de El Pardo".

"¿Y por qué sabes que eran ellos?".

"Porque la chica empezó a gritar desde el portamaletas y los persiguió la Guardia Civil".

"La Guardia Civil (le dónde?".

"La de El Pardo, y no te estoy mintiendo", dijo, y a continuación colgó.

En el cuartel de Mingorrubio, que vigila la zona de El Pardo, nadie recordaba esa persecución.

Una vez localizada la gasolinera, uno de los empleados, aunque no se identificó como el autor de la llamada, aportó los datos que han servido para detener al brigada. Recordó que cuando estaba sirviendo gasóleo a un coche oyó gritos que salían del maletero. El conductor, que estaba a su lado y "te sacaba la cabeza", retiró bruscamente la manguera y huyó a toda velocidad. El empleado recordaba las características del automóvil: un Renault 21, color oscuro, y también las dos letras finales de la matrícula, que sólo podían ser de un coche matriculado recientemente en Madrid.

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