Felipe González garantiza ante el COI el apoyo financiero a la candidatura barcelonesa
Felipe González, presidente del Gobierno español, garantizó ayer, al cerrar ante el pleno del Comité Olímpico Internacional (COI) la intervención de la candidatura de Barcelona a los Juegos Olímpicos de Verano de 1992, "el apoyo financiero del Gobierno español hasta las últimas consecuencias, así como la plena garantía en el tema de seguridad". La intervención de González fue correspondida con fuertes aplausos por los presentes. Las palabras del presidente del Gobierno cerraban la actuación de la delegación española, en la que intervinieron Carlos Ferrer Salat, Pasqual Maragall, el duque de Cádiz, Jordi Pujol y Felipe González.
El lunar negro de la exposición de Barcelona. fue la triste impresión que la delegación dejó en la conferencia de prensa que sigue a la intervención ante el COI. Maragall, en un intento de seguir vinculado a la actividad de Felipe González, resolvió este compromiso en breves minutos, lo que provocó el malestar en todos los medios informativos presentes en la sala. Posteriormente, el alcalde de Barcelona intentó arreglar el problema y realizó una segunda comparecencia, una vez concluida la conferencia de prensa de París.Ningún representante de los medios de comunicación tuvo acceso a la sala principal del palacio de Beaulieu. La crónica de los 60 minutos de intervención de la candidatura barcelonesa se abrió con la presentación de la candidatura por parte de Carlos Ferrer Salat, miembro español del COI.
Ferrer Salat hizo la presentación de la mesa presidencial de la candidatura. Ferrer Salat, que anunció a Pujol como "presidente de Cataluña", apuntó que la mesa era "una representación de todas las instituciones de la sociedad española" y afirmó que Leopoldo Rodés -"este hombre del que ustedes ,conocen su eficacia"- será "una pieza fundamental para nuestra organización". A continuación, el presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, dio la bienvenida a González y Pujol, y cedió la palabra a Maragall.
La intervención de Maragall tuvo dos incisos, en los que intervinieron Alfonso de Borbón, duque de Cádiz, y Pujol. El alcalde de Barcelona se expresó mayoritariamente en francés y lo explicó así ante el COI: "Es el idioma fundacional de los JJ OO y, aunque me expresó mejor en inglés, haré el esfuerzo de hablar en francés".
Maragall cedió entonces la palabra al presidente del Comité Olímpico Español, Alfonso de Borbón, que, tras unas palabras en francés, resaltó, ya en castellano, que Barcelona significa una esperanza para toda España y ha sido siempre "la avanzadilla del deporte español". El duque de Cádiz despidió su intervención señalando: "Los juegos de Barcelona sentirán devoción por los deportistas, no serán una empresa lucrativa, y espero que le sean concedidos los juegos a España, porque no los ha organizado nunca".
Unidad de la candidatura
Maragall siguió, ahora en francés, recordando, que la ciudad "ha estado siempre ligada a cuantos intentos de obtener los juegos ha protagonizado España. No han sido sólo años de espera, los hemos aprovechado para construir instalaciones, aprender y conocer el deporte". Maragall hizo entonces referencia al libro con tapas de seda rojas y gualda que cada miembro del COI se encontró nada más sentarse en el auditorio y que tenía el nombre de cada uno grabado en su interior. "Ahí podrán ver ustedes nuestras 10 razones fundamentales". En ese momento, Maragall destacó la unidad de la candidatura y cedió la palabra a Pujol. El presidente de la Generalitat, en francés, situó a Cataluña dentro de la España de las autonomías y a Barcelona como capital catalana. "Soy de un partido distinto al del presidente del Gobierno, pero representamos la unidad del mundo económico social, cultural y deportivo. Éste no es el objetivo de una elite, sino de todo un pueblo".
Maragall retomó de nuevo la palabra para indicar "tan sólo algunos detalles de nuestro proyecto". Dijo que "el confort será total para los atletas (una habitación para dos atletas, un lavabo cada cuatro)", destacó la reforma del aeropuerto, la importancia del turismo, los 1.470 clubes deportivos que existen en Barcelona, los 65.000 voluntarios olímpicos y la tecnología avanzada con que cuenta la ciudad.
Película
A continuación se proyectó, en cinemascope, la película titulada Historia de amor de una ciudad con el deporte, realizada por Leopoldo Pomés, y en la que Maragall juega un papel importante. Se trata del despertar de una ciudad hacia la práctica deportiva. En un momento del filme, Maragall, que corre en compañía de decenas de jóvenes, comenta: "Nunca nadie me había hecho correr tanto como estos chavales en busca del objetivo olímpico". "Ojalá lo logremos", termina diciendo un niño.
Los miembros del COI pasaron a formular entonces sus preguntas que, posteriormente, fueron contestadas por Maragall, a excepción de la última, realizada por el sueco Gunnar Ericsson, presidente de la Comisión de Encuesta del COI, en torno a la financiación y seguridad de los juegos, que fue contestada por González, después de que Maragall le pidiera permiso a Samaranch para ceder la palabra al presidente del Gobierno español. "Tenemos grandes esperanzas en este proyecto", empezó diciendo el presidente del Gobierno, "y garantizo el apoyo financiero del Estado hasta las últimas consecuencias, al igual que en el tema de la seguridad de todos los que asistan al acontecimiento".
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