Felipe González acompañará a Maragall en la defensa de la candidatura de Barcelona ante el COI

El presidente del Gobierno español, Felipe González, será una de las seis personas que mañana defenderán la candidatura de Barcelona a los Juegos Olímpicos de Verano de 1992 ante el pleno del Comité Olímpico Internacional (COI). La decisión fue tomada ayer a última hora tras confirmarse el viaje de González a Lausana. El respaldo a la intervención del alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, ante el pleno del Comité Olímpico pretende neutralizar la intervención del primer ministro, francés, Jacques Chirac, en defensa de París, en su condición de alcalde de la ciudad. Hoy llegará a la ciudad suiza, para apoyar las aspiraciones de Barcelona, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

Las seis personas que protagonizarán la última gran oportunidad para convencer a los 86 miembros del COI presentes en Lausana de que: concedan los juegos de 1992 a Barcelona serán: el alcalde de la ciudad, Pasqual Maragall; el presidente del Comité: Olímpico Español (COE), Alfonso de Borbón; el director general de Deportes de la Generalitat, Josep Lluís Vilaseca; el vicepresidente de la Asociación Empresarial Barcelona 92, Leopoldo Rodés; el consejero delegado del Consejo Rector, Josep Miquel Abad; y, finalmente, el presidente del Gobierno, que probablemente será quien haga la presentación de Maragall, sobre quien recaerá el peso de la última defensa. La delegación española intervendrá a las 11.45 y- dispondrá de una hora para exponer sus argumentos.La inesperada decisión del presidente del Gobierno de formar - parte del reducido grupo de defensores de Barcelona 92 obligará a Romà Cuyàs, secretario de Estado para el Deporte, a quedar fuera del mismo. Los integrantes de la delegación habían sido elegidos en función de la representatividad de las instituciones que apoyan oficialmente la candidatura. Cuyàs, una de las personas que cuentan con mayor estima por parte de Maragall, se integrará en el bloque de 20 personas que tienen derecho a entrar también en la sala donde se desarrollará la histórica sesión. La de mañana puede ser una de las últimas comparecencias públicas del actual secretario de Estado para el Deporte, que parece dispuesto a abandonar su cargo en las próximas semanas.

No se descarta que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, pueda optar finalmente, por ocupar él mismo el lugar correspondiente al Gobierno catalán, en lugar de Josep Lluís Vilaseca, en el grupo que defenderá la candidatura.

La presencia física de Felipe González en el palacio de Beaulieu constituye el gesto más espectacular del Gobierno español en apoyo de la candidatura olímpica de Barcelona y supone la prueba final de la unanimidad entre las diferentes administraciones que los promotores barceloneses han convertido en un gran argumento a favor de sus aspiraciones.

Doble intervención de Chirac

La intervención de Felipe González tendrá probablemente características similares a la que Jacques Chirac, primer ministro francés y alcalde de París, hará hoy al acompañar al alcalde de la localidad francesa de Albertville, aspirante a la organización de los Juegos de Invierno, en su comparecencia ante el COI. Chirac, utilizará una fórmula institucional para dejar constancia ante los votantes de la familia olímpica, de forma concisa, pero inequívoca, del apoyo de su Gobierno a las aspiraciones de la ciudad de Saboya. Mañana, en su intervención en defensa de París, su discurso tendrá toda la entrega de un alcalde aspirante.

El hecho de que Chirac ponga su prestigio a juego para apoyar a Albertville un día antes de que París libre su gran batalla con Barcelona, originó una evidente tensión y malestar entre los promotores de las dos candidaturas francesas, con relaciones muy deterioradas en las últimas semanas. Uno de los objetivos centrales de Alain Danet, responsable del equipo de París -ayer visiblemente desanimado en sus apariciones públicas- ha sido desligar la suerte de los dos proyectos franceses para impedir que la perspectiva de que Francia pudiera obtener las dos sedes olímpicas perjudicara a una de ellas. La primera votación es la de los Juegos de Invierno.