El Murcia, último clasificado, destituye como entrenador a Campillo

Siete jornadas de Liga ha permanecido Vicente Carlos Campillo como entrenador del Murcia, último clasificado de la Primera División. La directiva le comunicó ayer su destitución, si bien le ofreció seguir ligado al club, ya que había firmado contrato por dos años la temporada anterior. El Murcia espera llegar hoy a un acuerdo con Ladislao Kubala para sustituirle. Momentáneamente se ha hecho cargo del equipo Sergio, el preparador de los juveniles.

Campillo, de 35años de edad y natural de Santomera, localidad próxima a la capital, no llegó a gozar desde un principio del respaldo unánime de la afición. No pocos seguidores opinaban que la Primera División le venía grande ¡al joven entrenador. Incluso cuestionaron su trabajo durante la Liga última, en la que el Murcia ascendió.Campillo pudo haberse quedado dentro del cuadro técnico del club, sin afrontar el reto de seguir como primer técnico, pero decidió jugársela. Para ello contaba con el apoyo de la directiva, que no se echó atrás a la hora de buscar refuerzos. Hasta se hizo caso omiso al denominado pacto de caballeros y se lograron los fichajes, sin desembolso alguno, de Tendillo, del Valencia, y Mejías II, del Cádiz. También se consiguió incorporar a los barcelonistas Amador, y Sánchez, más Carlos, cedido. Del Hércules llegó Parra y del Sabadell lo hizo Brasi. Los refuerzos se completaron con el internacional marroquí Timoumi.

La visita del Real Madrid anotó los dos primeros negativos en la cuenta murcianista. Después, a domicilio, no se dio sensación de peligro y se perdió claramente ante el Español, el Spórting y el Atlético de Madrid. La victoria ante Las Palmas fue un respiro que se ahogó 15 días después cuando el Zaragoza se llevó otros dos puntos de La Condomina.

La eliminación de la Copa del Rey por parte del Albacete y la derrota última en el Benito Villamarín, ante el Betis, sentenciaron a Campillo, que dos temporadas antes había sucedido a Eusebio Ríos, con el conjunto todavía en Primera División, pero ya virtualmente hundido en Segunda. Luego, continuó en el Murcia y redondeó una excelente campaña, despegándose pronto del pelotón de aspirantes al ascenso, que obtuvo sin problemas. Ahora, cuando todavía quedan pintadas a su favor en su pueblo, le ha tocado el trance amargo de la destitución.