El Barcelona sigue en crisis
Las crisis no se acaban de golpe. El Barcelona ganó, pero no evidenció ninguna mejora. Cada vez es más difícil para los jugadores de Aito demostrarles a los contrarios su superioridad porque éstos les han perdido el respeto. Todos quieren ser el Oximesa. Lo de anoche, en el Palau, no estuvo mal como ensayo, pero, si se trataba de demostrar el potencial físico y mental de la plantilla barcelonista, fue lamentable.El Barcelona empezó con una defensa 3-2, con Jiménez en el centro de la primera línea. Sistema defensivo adecuado para un rival que tenga un buen tiro exterior, pero cualquiera que se fije en la estadística del partido verá que el Canarias sólo juega con sus dos norteamericanos dentro de la zona. Si todos los rivales del Canarias defienden con ese sistema, Phillips no tendrá problemas en ser el máximo anotador de la Liga.
El desbara uste arbitral permitía la defensa de contacto visitante y era una buena arma para un Canarias que defiende la teoría de jugar con un cinco base la mayor parte del encuentro, justamente lo contrario que el Barcelona.
Los problemas ofensivos que evidenciaba el Barcelona se agudizaron en la reanudación. Costa marcaba unos sistemas que nadie seguía. Sibilio empezó a jugar de espaldas al aro en ayuda de sus pívots. Los tapones de Harper -colocó siete- minaron la moral catalana. Sólo algunos errores en el ataque evitaron la escapada canaria. Además, entró en juego Cabrera y, como nadie tenía orden de presionarle, empezó a dar unas asistencias primorosas.
Fue entonces cuando el trío Solozábal-Epi-Sibilio se reunió en el centro de la pista y decidió jugar a la vieja usanza. Nacho subía la pelota y Chicho y Epi tiraban o entraban desde todas las partes. Fue la única manera de resolver.
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