Calviño ratifica que no desea un nuevo mandato al frente de RTVE

El director general de RTVE, José María Calviño, quien ha cumplido ya el mandato legal de cuatro años, ratificó su deseo de ser relevado de dicho cargo, tal como lo había expresado después de las pasadas elecciones legislativas, según manifestó ayer al término de su comparecencia ante la Comisión de Control del Congreso de los Diputados. Calviño se mostró satisfecho por el pluralismo de TVE y por la gestión económica de RTVE, a la que calificó como "la empresa más rentable" del país, cuyo superávit cifró en 2.600 millones.

Calviño hizo hincapié, en declaraciones a los periodistas, en que ha cumplido la misión encomendada al término de cuatro años de mandato, y desmintió las informaciones que le atribuyen ahora un cambio de actitud en este sentido, es decir, el supuesto deseo de continuar en el cargo. El mandato legal del director general de RTVE es de cuatro años, salvo disolución anticipada de las Cortes. La continuidad o relevo de Calviño acaparó la atención de los medios informativos por encima de su comparecencia ante la Comisión parlamentaria. El propio Calviño manifestó que la situación, transcurridos ya 100 días desde las elecciones, no puede sostenerse por más tiempo y será resuelta rápidamente."Yo me remito a mis declaraciones hechas antes del verano y que no he desmentido en ninguna otra ocasión. Digo ahora lo mismo que dije antes del verano", manifestó reiteradas veces ante la insistencia de los periodistas por conocer si desea seguir o no al frente de RTVE. Preguntado si el relevo podría producirse la próxima semana, contestó: "No me lo pueden preguntar a mí, se lo deben preguntar al Gobierno, que es el que nombra y cesa al director general".

El director general no eludió la pregunta de si Pilar Miró, directora de cine, realizadora fija de la plantilla de TVE, podría sucederle al frente de RTVE: "A mí, cualquier persona que designe el Gobierno para sucederme me parecerá siempre excelente, sea cual fuere. Conozco a Pilar desde hace mucho tiempo y le expreso mis mejores deseos".

El potro y las rosas de té

"Yo no me atrevería a decir que sea Pilar Miró quien me sustituya", prosiguió Calviño, pero de todas maneras, si fuese Pilar, me parecerá muy bien e incluso haría un brindis: yo desearía para su salud quebradiza un reforzamiento y que lo que ha sido hasta ahora un potro de tortura se convierta en un lecho de rosas que permita a Pilar, si es ella, disfrutar del olor de la rosa de té para superar la responsabilidad de aquel despacho".

Se le preguntó por "lo que el viento se llevó" tras su mandato, al hilo de la emisión de la película de Víctor Fleming Lo que el viento se llevó, que fue interpretada como una simbólica y apoteósica despedida de Calviño. El director general respondió: "Pues el viento se llevó infinidad de cosas, incluso el malhumor, incluso el disgustarme cuando se me insulta. Se llevó también algunas ingenuidades, algunos trozos de utopía, pero, en cualquier caso, el viento ha dejado una gestión que va a continuar y ha dejado también una experiencia personal y de equipo muy importante en esa casa y ha dejado un stock, importante también, creo, de cara al futuro, de producciones, de películas, incluso de planificaciones. De todos modos, yo no hago ninguna declaración de despedida".

"Mi única preocupación ahora es reinsertarme", dijo al expresar su deseo de volver a la abogacía, "tras un breve período de reciclaje" y bromeó al manifestarse temeroso por el "síndrome de abstinencia" que deberá pasar tras ejercer el cargo durante casi cuatro años.