Ruinas
La poesía mejor es la más polisémica, nos dijo en cierta ocasión José Ángel Valente en Venecia, y tenía toda la razón. Qué bien convienen ahora aquellos versos de Eliot "...porque tú sólo conoces un montón de imágenes rotas sobre las que se pone el sol", y convienen aplicados al panorama de la política española, ese inmenso solar lleno de cascotes de coaliciones y partidos políticos sobre el que destaca el edificio de dos o tres plantas del PSOE.Alguien puede caer en la tentación de buscar el factor común de destrucción y se equivocaría. Es cierto que el fracaso de las expectativas de poder está detrás de la crisis de Coalición Popular, pero no lo estuvo en la de UCD, partido que gobernaba mientras se descomponía, como no lo está en la del PNV, y tampoco la autodestruccíón del PCE y el PSUC se explica fundamentalmente por el escaso refrendo electoral, sobre todo la del PSUC, que llegó a tener un 20% del voto del pueblo catalán. Si alguna explicación generalizadora cabe ha de ser muy metafórica, muy poética todavía, antes de que los sociólogos electorales, los más temibles de todos los sociólogos, nos lo pongan todo perdido de cifras. La democracia española se mueve todavía sobre territorios vivos, por sedimentar, y arrastraba cadáveres políticos que aparentemente tenían buen aspecto porque hacían de tripas corazón ante las agresiones de la dictadura, pero, una vez jubilada la dictadura, con una excelente pensión, todo sea dicho, a los cadáveres empezaron a vérseles las putrefacciones y los quebradizos huesos.
En cuanto a la derecha derecha, paga el precio de haber sido la criada poco respondona del franquismo, magnitud ésta que no sé cómo van a meter en sus estadísticas los sociólogos electorales, pero que va a misa. Afortunadamente, tanto los sociólogos electorales como el que esto suscribe estamos en condiciones de afirmar que el tiempo todo lo cura y que en 10 años aquí va a haber unos partidos políticos de no te menees. Exactamente de eso: de no te menees, expresión polisémica, poética pues, que contrastará con estas ruinas, Fabio, oh dolor, que ves ahora.
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