Laurel, contra el diálogo con la guerrilla filipina
El vicepresidente de Filipinas, Salvador Laurel, declaró el pasado sábado que está insatisfecho con la forma en que el Gobierno está tratando la insurgencia comunista. "No estoy contento con la manera en que se está dirigiendo el problema de la insurgencia. Creo que debería ser tratado con mayor decisión", manifestó a la televisión filipina.Laurel, jefe en funciones del Ejecutivo mientras la presidenta Corazón Aquino se encuentra de visita oficial en EE UU, es el último alto funcionario que ha criticado la aproximación conciliadora del Gobierno a la rebelión comunista, que ya dura 17 años. El ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, y el jefe de las Fuerzas Armadas, Fidel Ramos, han pedido a Aquino mayor dureza contra los rebeldes. El Frente Nacional Democrático, la alianza política comunista, rechazó recientemente un alto el fuego ofrecido por ésta.
Dos manifestaciones, una antimilitarista y la otra anticomunista, marcaron ayer la celebración en Manila de la imposición de la ley marcial por el ex presidente Ferdinand Marcos en 1972. Partidarios moderados y de izquierda de Aquino -unos 4.000, según la policía- protestaron contra la continuación de los abusos por parte de los militares tras el derrocamiento de Marcos. Cerca de 1.000 seguidores de éste pidieron el lanzamiento de una campaña anticomunista a escala nacional.
