El árbitro agredido en Infiesto fue jugador del equipo local

El árbitro ovetense de Tercera División Javier Víctor Fernández Fernández fue agredido por medio centenar de espectadores en el encuentro de rivalidad local Piloñesa-Siero, disputado en el campo del primero, en Infiesto. El partido finalizó con victoria del equipo visitante por 1-0. Se da la circunstancia de que el colegiado había estado recusado por el Piloñesa en la temporada 1980-1981 y, en su etapa de futbolista, había militado precisamente en este equipo.El gol fue conseguido de penalti a los 75 minutos. Tres antes los aficionados locales habían reclamado otro máximo castigo en el área del Siero, que no fue señalado por el colegiado, quien en el transcurso del partido expulsó a tres jugadores del Piloñesa y mostró tarjeta amarilla a otros cuatro futbolistas locales y a dos visitantes.

Finalizado el encuentro, alrededor de 50 o 60 espectadores persiguieron y golpearon al árbitro, agresión de la que el colegiado resultó con diversos hematomas y magulladuras, en la cabeza y la espalda principalmente, que requirieron asistencia sanitaria en un centro médico ovetense. La Guardia Civil practico tres detenciones.

El presidente del Piloñesa, Manuel Montes, declaró al semanario Hoja del Lunes, de Oviedo, que el colegiado había recibido "una fuerte paliza". "Pero pienso", añadió, "que aún se ha quedado pequeña para el daño que este señor hizo a nuestro equipo. No me gusta meterme con los árbitros, pero éste se lo ha buscado". El colegiado, ya en su domicilio, dijo que la agresión sufrida "pudo haberse convertido en un linchamiento en toda regla".