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Inminente dimisión de Burón como fiscal general del Estado

El fiscal general del Estado, Luis Antonio Burón Barba, de 68 años, ha decidido presentar su dimisión, que formalizará en fecha inminente, según fuentes jurídicas. Aunque la noticia no pudo confirmarse anoche con su protagonista, destacados miembros del ministerio fiscal próximos a Burón Barba consultados por este periódico la consideraron muy probable, e incluso señalaron que se encontraba crípticamente anunciada en la introducción a la Memoria elevada al Gobierno el pasado miércoles. En la introducción de la Memoria correspondiente a 1985, presentada el pasado miércoles en el acto de apertura del año judicial, que presidió don Juan Carlos, al referirse a las relaciones del Gobierno con el fiscal general del Estado, Burón distinguía las funciones "prestadas con autonomía de Ias desarrolladas en colaboración con el Gobierno". Y añadía:"Lo que sucede es que el Gobierno no puede ni debe sentirse atado al mantenimiento en un cargo de alguien que debe contribuir a la ejecución de una parte de las directrices de política interior en cuanto advierta divergencias insalvables en el modo de desarrollar esas directrices". Burón insistía en la hipótesis: "...si llega a producirse esa divergencia, ninguna previsión de tienipo fijo, ni cualquier intervención. previa de las Cortes Generales que pudiera introducirse por ley como paso intermedio a las propuestas de nombramiento o cese debe prolongar la situación de desacuerdo. En materia de procesos singulares, el desacuerdo es literalmente imposible. Aquí hay círculos de competencias distintas que ni el Gobierno puede desconocer ni el fiscal general permitir injerencias en ellas. Ahora bien, surgida una divergencia en materia, por ejemplo, de política criminal o reformas legislativas, etcétera, el fiscal debe dimitir". Pasa a la página 15 Editorial en la página 10

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Burón sugiere la dimisión en la Memoria de 1985 elevada al Gobierno

Viene de la prirnera páginaEn la Memoria al Gobierno relativa a 1985, presentada el pasado miércoles ante el Rey, el fiscal general del Estado, Luis Antonio Burón, sugirió que, en caso de divergencias, el fiscal debía dimitir y el Gobierno", añadía, "puede poner en marcha el mecanismo de cese si tales divergencias no se resuelven por la persuasión mutua".

Las fuentes consultadas anoche hicieron notar que Burón parecía preparar para la noticia cuando pedía: "Nadie debe escandalizarse por lo que seria una eventualidad siempre previsible. Sería realmente nocivo que se obligara al Gobierno a mantener un colaborador renuente, y sería por otra parte a nuestro juicio moralmente inaceptable que el fiscal general de turno quisiera aferrarse a una duración temporal prefijada. Por lo demás, reputamos como ofensa anticipada a cualquier Gobierno o a cualquier fiscal general que el primero intente forzar una posición del Ministerio Fiscal en un proceso determinado con la amenaza de cese y que el segundo aceptara regular sus instrucciones en cualquier proceso por directrices del Gobierno, debido al temor del cese".

Burón, nacido el 18 de marzo de 1918 en Fuente Obejuna (Córdoba), es magistrado de carrera con cuarenta años en la profesión. Se encuentra en situación de servicios especiales desde que, el 15 de diciembre de 1982, fue designado para el cargo. Como el ministro de Justicia, Fernando Ledesma, que le propuso, perteneció a Justicia Democrática, organización de juelces y fiscales que propugnó durante los últimos años del franquismo la restauración de la democracia.

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