Luis López Rivas

Antonio Mota González, 47 años, casado, cinco hijos, maestro nacional, profesión que no ha ejercido y cambió por la de director gerente de una empresa de exportación de Almería, y Miguel Andrés Vizcaíno, 53 años, casado, dos hijos, propietario de terrenos frutales en la provincia almeriense, son los socios de Luis López Rivas en la empresa Estudios Informáticos, SA. "Nos conocimos en el mundo de las quinielas. Luis nos explicó cómo se podían desarrollar las combinaciones de quinielas por ordenador, muy cómodo para peñas que se dedican a este juego, y vimos que era negocio", indicó Antonio Mota.Luis López Rivas asegura que dedica muchas horas a las combinaciones posibles de lotería primitiva y quinielas. "Hago incluso estudios económicos sobre la rentabilidad de estos juegos. Son rentables a largo plazo y para ello hay que gastarse bastante dinero, a la espera de que llegue el premio importante con el que resarcirse y rentabilizar lo gastado. La peña a la que corresponde este único boleto de 14 resultados jugó la misma combinación toda la pasada temporada, con un importe superior a las 150.000 pesetas por jornada, y no hubo suerte".

Estudios Informáticos, SA, tiene como objetivo la realización, por medio de ordenadores, de combinaciones posibles de lotería primitiva y de quinielas según el importe que quieren jugarse sus clientes: peñas y jugadores individuales. "Nosotros cobramos el trabajo: el desarrollo de las combinaciones y la impresión de los boletos. Cobramos seis pesetas por cada uno y en una semana solemos imprimir 10.000".

Los miembros de la peña a la que corresponde el único boleto de 14 aciertos, según cuenta Luis López, "no me han dicho más que cosas buenas. Creo que se van a reunir para decir el regalo que me harán. No jugaron las mismas cantidades y por eso el que más percibirá son 20 millones, y 500.000 pesetas, el que menos". Los clientes de la empresa han aumentado ya esta misma semana, y peñas de Córdoba, Málaga y Madrid han pedido que les desarrolle sus combinaciones.

Luis López confesó que le afecta psicológicamente este trabajo. "Si hago una combinación y la fallo, paso mal rato". Aseguró también que la utilización, cada vez mayor, de los ordenadores no modificará los resultados de las quinielas. Juega también a las quinielas con una peña, a la que desarrolló las combinaciones de sus boletos, pero sin demasiada suerte. Se tuvo que conformar la pasada semana con tres boletos de 12 aciertos, por los que percibirán más de 300.000 pesetas.