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La 'cumbre' Peres-Mubarak, pendiente de la negociación sobre la franja de Taba

Las representaciones de Egipto y de Israel se reunieron en el Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio a las seis de la tarde de ayer, hora peninsular española, para realizar un último intento de resolver el contencioso que ambos países mantienen en torno al enclave de Taba -una franja costera del Sinaí, sobre el mar Rojo-, con objeto de que el primer ministro israelí, Simón Peres, y el presidente egipcio, Hosni Mubarak, pudieran celebrar hoy mismo su esperada cumbre en la ciudad egipcia de Alejandría. "No hemos renunciado. Tal vez la cumbre se celebre", dijo ayer el diputado israelí Aba Eban.

"Si llegamos a un acuerdo, la cumbre se celebrará. Si no, no será el fin del mundo", manifestó, por su parte, el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Abdel Maguid, al término de una reunión previa celebrada durante la mañana de ayer en un hotel de las afueras de El Cairo. Esa entrevista -una más de la serie de tas celebradas desde que Abraham Tamir, jefe del gabinete de Peres, llegó a la capital egipcia el domingo por la noche al frente de una delegación israelí- concluyó con un fracaso.Preguntado al término de la reunión si la cumbre había sido definitivamente aplazada, David Kimche, uno de los principales negociadores israelíes, respondió: "Tendremos todavía otra reunión. Luego, decidiremos".

Egipto e Israel llegaron el pasado mes de agosto a un acuerdo de principio para someter a arbitraje su contencioso sobre el enclave de Taba, una playa de unos 700 metros, en el Mar Rojo, que Israel ocupó durante la guerra de 1967, y que todavía no ha devuelto a Egipto, a pesar de que el acuerdo de paz 1979 preveía el reintegro de toda la península del Sinaí a la soberanía egipcia.

Tras el último acuerdo de arbitraje, surgieron diferencias en torno a algunos elementos del compromiso, y Egipto insistió en que no habría cumbre Peres-Mubarak mientras no se resolvieran esos problemas. El encuentro entre los máximos dirigentes de Egipto e Israel es una pieza clave en el plan de paz para Oriente Próximo que promueve Estados Unidos. Washington ha tratado de conseguir, aunque sin éxito, que también se incorporara a esta cumbre el rey Hussein de Jordania, Richar Murphy, enviado especial del presidente norteamericano, Ronald Reagan, llegó ayer por la tarde a El Cairo, tras haber visitado varios países de la zona.

Durante la ronda de conversaciones iniciada el domingo, los representantes egipcios se han mantenido inflexibles en torno a la identidad de los árbitros internacionales que deberán fallar sobre el contencioso. La fijación de los límites de la franja de Taba es el otro gran problema. Un funcionario egipcio manifestó ayer que "las reclamaciones de Israel sobre la fijación de límites no tienen base histórica".

Desde la noche del lunes, la radio isarelí dio por fracasadas las negociaciones en curso, e incluso aseguró que la cumbre había sido aplazada. Este extremo fue desmentido posteriormente por portavoces de ambas partes, que insistieron en que todo segutía pendiente de la reunión programada para la tarde.

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No hay punto muerto

Abdel Maguid incluso se mostró optimista: "No hemos llegado a un punto muerto. Puedo decirles que hemos conseguido avances importantes, y no creo que los problemas sean dificiles. Es una cuestión de tiempo. Se trata de un asunto delicado", manifestó a Ia Prensa.A última hora de la tarde, fuientes egipcias oficiosas afirmaron que el acuerdo parecía inminente, y se mostraron optimistas acerca de la posibilidad de que Peres y Mubarak se reúnan hoy en Alejandría.

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