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Los bancos marcan la diferencia

Hay ocasiones en que los mercados de valores operan en una línea muy definida y sin embargo los índices generales señalan, en mayor o menor medida, en la dirección contraria. Ésto sucedió en la sesión de ayer, que discurrió en su mayor parte orientada a la siempre trabajosa pero necesaria tarea de sanear los cambios y permitir la retirada de beneficios a cuantos quisieron materializar plusvalías. No obstante, el indicador intersectorial cerró con una leve pero suficiente mejora, que permitió elevar el listón aún algunos peldaños más. El gran peso de los títulos bancarios se bastó por sí mismo para establecer la diferencia sustancial entre los signos positivos y los negativos, y convirtió en sesión de máximo anual una jornada que apuntaba hacia la flexión.La falta de alternativas a la inversión en títulos de renta variable y el continuo aporte dinerario a los corros de contratación son las causas principales de esta notable resistencia a la baja demostrada por el mercado, efecto que se ha potenciado aún más como consecuencia de las nuevas cesiones en los precios del dinero y el recorte sufrido por las subastas de pagarés del Tesoro. Aunque todavía esta baja no significa gran cosa los corros de acciones deben beneficiarse de este recorte en la retribución de los activos de renta fija, pero fundamentalmente algunos segmentos particulares como puede ser el eléctrico, que además de encontrarse minusvalorado con relación al resto del mercado, suele cotizar rápida y positivamente cualquier movimiento descendente en los tipos del sistema financiero.

La idea de aplicar un serio proceso de consolidación a los precios al uso hoy en día en las bolsas es considerado unánimemente como deseable por todos los inversionistas del patio de operaciones madrileño, los cuales parecen pensar que también se adelantan con las oscilaciones a la baja, siempre y cuando sirvan para aportar un fondo cada vez más sólido a la tendencia, en el que encontrar un punto de apoyo a modo de colchón de seguridad. No siempre en la subida indiscriminada y vertiginosa está lo positivo, y menos en los foros mobiliarios, y por ello a nadie asustan las sesiones de recortes, consiguientes a otras de gran pujanza.

En principio, esta fase de corrección parece puramente pasajera, ya que los bolsistas y los expertos apuestan por el mantenimiento de la resistencia, que debe convertirse en breve en movimientos moderados al estrecharse por ambos extremos la zona lógica de actuación, con lo que parece garantizada una cierta tranquilidad a grandes rasgos para las próximas semanas. Esta aversión a la baja, queda demostrada por los elevados volúmenes de negocio diarios, que en la sesión del martes superaron los 10.000 millones de pesetas efectivas en acciones, mientras las compras a crédito rebasaron los 1.000 millones, lo cual da idea del sentido de la apuesta efectuada por la inversión a corto, que también es compartida aunque parcialmente por la de origen institucional.

Los cierres de la reunión quedaron mejor dispuestos, al absorberse gran parte del papel en algunos corros e incluso tantear de nuevo el dinero en títulos muy selectos, pero sin que se pueda aventurar proyección alguna para la sesión de hoy.

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