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Kinnock promete crear un millón de puestos de trabajo si el laborismo gana las elecciones

El líder laborista británico Neil Kinnock prometió ayer la creación de un millón de puestos de trabajo en el plazo de dos años si el laborismo gana las próximas elecciones, pero al mismo tiempo dejó bien claro que ese objetivo sólo se podrá alcanzar a base de "trabajo y sacrificios".

En un vibrante discurso pronunciado ante la conferencia anual de la confederación de sindicatos británicos Trade Uníon Congress (TUC), reunida en Brighton, Kinnock afirmó que su partido era el "partido del trabajo" y que estaba en contra de aquellos que esperaban todo del Estado.'

Tintes de Churchill

"Somos los enemigos declarados de los sistemas que prefieren pagar a la gente para que no haga nada que pagar a la gente para que tenga trabajos válidos", manifestó.La alocución de Kinnock, llena de tintes churchillianos por sus continuas apelaciones al trabajo y a los sacrificios, que recordaba la famosa frase de "sangre, sudor, fatiga y lágrimas" de sir Winston Churchill en la Segunda Guerra Mundial, constituyó una reafirmación de los principios del socialismo democrático y parlamentario que el líder laborista ha venido defendiendo a capa y espada desde que el pasado año se enfrentó a los sindicalistas radicales, representados por el dirigente Arthur Scargill, a la extrema izquierda de su partido, simbolizada en los trotskistas del movimiento Militante de Liverpol.

Sin ir más allá y, curiosamente, coincidiendo con la intervención de Kinnock en Rrighton, la ejecutiva laborista anunciaba ayer la suspensión de los miembros de la dirección local de un suburbio de Liverpool, todos supuestamente pertenecientes al grupo Militante, incluido Derek Hattori, hasta que se lleve a cabo una investigación.

Para Kinnock, la lucha contra el paro, que calificó de "necesidad básica de supervivencia", constituirá la prioridad de su partido en las próximas elecciones generales.

Opciones fáciles

El partido no ha optado por "las opciones fáciles" para conseguir su objetivo de crear un millón de puestos de trabajo en dos años y "nada le apartará" de ese objetivo. Los términos trabajo, inversión, administración, oportunidades y sacrificios fueron el denominador común de un discurso lleno de pragmatismo y ausente de toda retórica.El resultado de su intervención fueron 20 interrupciones para aplaudir y una larga ovación final de un público que no es precisamente fácil a ese tipo de intervenciones.

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