60 muertos en la 'operacion retorno' de agosto

Sesenta personas han fallecido en la operación retorno que concluyó a mediodía de ayer y con la que se dan por finalizadas oficialmente las vacaciones estivales, a efectos del tráfico en las carreteras españolas. Los datos provisionales facilitados ayer por la Dirección General de Tráfico sitúan en 45 el número de accidentes ocurridos en toda España, en los que se han producido además 63 heridos graves. En iguales fechas del pasado año perdieron la vida 47 personas en 39 accidentes graves, si bien fuentes de Tráfico señalaron la imposibilidad de establecer comparaciones, dado que la operación retorno de 1985 no coincidió con un fin de semana. El día de mayor siniestralidad fue el domingo 31 de agosto, en que se registraron 20 accidentes, con 25 muertos y 35 heridos graves.

En esta operación retorno se ha producido de forma muy escalonada el regreso de más de un millón de, vehículos a sus puntos de origen, lo que ha evitado las aglomeraciones de tráfico durante el fin de semana. Sólo se produjeron algunas retenciones a primeras horas de ayer en el puente Largo de Aranjuez y en las carreteras de acceso a Barcelona y a la salida de Valencia, mientras las principales rutas de acceso a Madrid presentaban una circulación fluida, aunque muy intensa especialmente en la Nacional VI (autopista de La Coruña), a la altura de Las Rozas, y en la Nacional V (carretera de Extremadura), a su paso por Alcorcán.

Las vacaciones de verano han concluido con un resultado final de más de 1.000 muertos en las carreteras españolas, 548 de ellos víctimas del tráfico del mes de agosto y otros 485 fallecidos en accidentes registrados en el mes de julio. Estas cifras suponen un pequeño incremento sobre las registradas el verano pasado, con un total de 939 muertes, 499 en el mes de agosto y 440 en julio.

Más tráfico

Fuentes de Tráfico achacaron ayer este incremento de víctimas y de accidentes (846 este verano frente a 785 el verano del año pasado) al mayor número de vehículos que han circulado los meses de verano de este año y que suponen cerca de un 14%. más sobre iguales fechas del año pasado.

Las zonas de España que han sufrido con más intensidad la afluencia masiva de vehículos por razones de tipo turístico son las capitales levantinas, la Costa Brava y, sobre todo, la Costa del Sol, que ha soportado en los meses de julio y agosto un tráfico de 110.000 vehículos diarios circulando entre Marbella y Málaga. Esta carretera, la Nacional 340, ha visto además incrementado su tráfico turístico por ser el paso obligado para los cerca de 50.000 vehículos de marroquíes que han atravesado España con destino a su país primero y luego de regreso a Francia y demás países europeos. Pese a que el domingo el tráfico se normalizó prácticamente en el estrecho de Gibraltar, ayer unos 700 vehículos permanecían en el puerto de Ceuta esperando ser embarcados hacia Algeciras. Según declaró el presidente de la junta del puerto, Antonio Muñoz, toda la operación de regreso está prácticamente finalizada y los coches de emigrantes marroquíes que lleguen durante las próximas jornadas podrán ser absorbidos.

Durante el fin de semana las amplias explanadas del puerto ceutí fueron quedando vacías. Los lugares ocupados por las filas de vehículos eran pasto de varias toneladas de basura, motivadas por la estancia a pie de automóvil de los miles de personas que pasaban las 24 horas del día en las cercanías de los transbordadores.

El domingo fue el último día de esta invasión de emigrantes marroquíes. Los servicios entre Ceuta y Algeciras se convirtieron en un verdadero puente marítimo, funcionando ininterrumpidamente durante 48 horas. Llegó a darse varias veces el caso curiosode que en menos de 15 minutos entraron en la dársena del puerto tres buques de las compañías Trasmediterránea e Isnasa, uno con pasajeros y los otros dos únicamente con la tripulación, puesto que habían hecho el viaje desde Algeciras sólo para recoger viajeros en Ceuta y llevarles a la Península.

Debido a esta avalancha ha surgido también un conflicto entre las agencias de viajes y las dos navieras consignatarias de las líneas del Estrecho. Éstas castigaron a los expendedores habituales durante cinco días sin posibilidad de vender billetes, debido a lo que calificaron como venta incontrolada. Las agencias confirinaron tal extremo, pero lo justificaron en lo que consideraban competencia desleal de las dos compañías.

En lo que se refiere a la frontera de Irún, desde el pasado jueves fue cruzada en ambas direcciones por 700.000 viajeros, según fuentes aduaneras. Mientras que el número de turismos y autocares que han realizado este tránsito, en las mismas fechas finales de agosto en dirección a Europa ha sido de 13 5.000, frente a los 40.000 que lo han hecho en sentido contrario.