Rafael Pérez Rivas,
alcalde de la localidad navarra de Burlada, que sufrió impasible una lluvia de huevos podridos y tomates cuando se disponía a lanzar el cohete inaugural de las fiestas de su pueblo, ha multado con 5.000 pesetas a los concejales Florián Ginés, Daniel Dallo y Agustín Beloquí por lanzar fuegos artificiales sin permiso municipal. La pirotecnia parece haberse convertido en un entretenimiento maldito para las autoridades municipales de dicha localidad.
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