Boyer y el socialismo
Sin duda el señor Boyer tiene perfecto derecho a expresar sus convicciones en el terreno de la economía y en cualquier otro. Lo malo no es lo que diga cuando ya no tiene responsabilidades de Gobierno, sino que eso o cosas parecidas pensara, y muy proba blemente dijera, en Consejos de Ministros de un Gobierno elegido para llevar a cabo un programa elaborado por un partido socialista.¿Qué papel pudo hacer allí el que se muestra defensor a ultranza del capitalismo salvaje de corte yanqui? ¿Cómo pudo llegar allí? ¿Cómo pudo mantenerse? ¿Fue el caballo de Troya o el gusano en la manzana podrida del socialismo español? El actual compañero de una de las rutilantes estrellas de la jet society está, sin duda, mejor en el ambiente de Marbella que lo estuvo en el palacio de la Moncloa como consejero de Felipe González y contrincante de Alfonso Guerra. Se es o no se es; si no se es socialista, es más decente hacer carrera política en partidos que no digan que lo son. Cuestión de ética.-
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