El consejo de Seguridad Nuclear decretó el paro de Ascó 2 al comprobarse que no funcionaba uno de los sistemas de seguridad

El fallo del mecanismo que activa las válvulas de alimentación, descubierto el pasado sábado en la central nuclear Ascó 2, permitió comprobar posteriormente que en caso de emergencia grave no hubiera funcionadouno de los sistemas de seguridad de la planta. Se trata del sistema regulado por las tres válvulas de aislamiento de vapor principal. Esta última anomalía descubierta cuando la central ya estaba fuera de servicio a causa del fallo del sábado, fue la que determinó el paro indefinido decretado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Tras la decisión del organismo encargado de la seguridad nuclear, la central Ascó 2 se encuentra técnicamente en parada en modo 4, lo que equivale una parada en caliente. Si la central permaneciese inactiva un mayor período de tiempo, debiera procederse al modo 5, que conlleva el enfriamiento del reactor. En este caso, la ulterior puesta en marcha sería más costosa. Inspectores del CSN se han desplazado a Ascó para dirigir las investigaciones, lo mismo que un técnico de la empresa norteamericana Teledine Monroe, fabricante de los mecanismos que activan las válvulas.La avería detectada en el mecanismo que activa las válvulas es especialmente grave porque estas piezas tienen la capacidad de aislar los generadores de vapor, situados en el edificio (le contención (donde se ubica todo el circuito primario, es decir el estrictamente nuclear) con el resto de las instalaciones. En la hipótesis de que se produjera una fuga de sustancias radioactivas y el circuito secundario resultara contaminado, éstas no quedarían en el interior del edificio de contención, sino que saldrían hacia los conductos de vapor de las turbinas, según fuentes de la propia central.

El edificio de contención alberga, además del reactor nuclear, tres generadores de vapor encargados de transformar en vapor el agua que circula a través del circuito secundario y que deberá activar las turbinas. Estas, turbinas están conectadas a un alternador que transforma dicha energía en eléctrica para suministrarla a la red.

Tres circuitos

El proceso por el que un reactor nuclear transforma la energía calorífica, producida por la fisión del uranio, en eléctrica conlleva la participación de tres circuitos distintos. El primario, que es el estrictamente nuclear, evoluciona por un recorrido que transcurre entre el reactor y los generadores de vapor. El agua contenida en este circuito, de carácter cerrado, se encuentra -por el efecto del fuerte calor desprendido del reactor- a una temperatura superior a los 300 grados centígrados, si bien continúa en estado líquido al someterse a una elevada presión por el efecto de un instrumento denominado presionador. Posteriormente, circula por unos tubos -que transcurren por el interior del generador de vapor- que entran en contacto con el agua fría que circula por el circuito secundario, también cerrado. Dicha agua, ya transformada en vapor, sale al exterior del edificio de contención alimentando las turbinas.El circuito terciario, el único de carácter abierto, es el encargado de tomar agua del río Ebro para proceder al posterior enfriamiento del vapor que, una vez ha sido utilizado por las turbinas, vuelve a ser condensado hasta adquirir su inicial estado líquido; quedando así preparado nuevamente para ponerse en contacto con los tubos del generador de vapor, repitiendo el recorrido antes explicado.

La misión de las válvulasLa anomalía detectada por segunda vez el pasado fin de semana, tras la primera ocurrida el 1 de julio, podría permitir, en el caso extremo de fuga en el circuito primario, el escape radioactivo al exterior del edificio de contención. La misión de las tres válvulas de vapor principal es la de cerrarse en caso de que se detecten distintos niveles de presión en los tres conductos que trasladan el vapor a las turbinas. El significado de este supuesto aumento de presión podría ser el de que se está produciendo alguna fuga importante en el circuito primario, que estaría contaminando al secundario. Es por esto que cualquier anomalía en la presión de dichas conducciones supone el inmediato cierre de las tres válvulas de aislamiento de vapor principal, quedando, de este modo, encerrada en el interior del edificio de contención la hipotética fuga radioactiva.

Dos de estas tres válvulas fallaron el pasado día 1 de julio, y una de ellas volvió a actuar de modo anómalo el pasado sábado; por lo que dada la reiteración de la irregularidad y la importancia de estas válvulas en uno de los sistemas de seguridad de la central, el Consejo de Seguridad Nuclear ha prohibido que la misma reinicie su actividad antes de que se descubra la causa de estos fallos.

El alcalde de Flix, Pedro Muñoz, ha solicitado, por su parte, una reunión del Consejo Comarcal de Protección Civil, organismo que reúne a los alcaldes de los municipios del área de Ascó situados en un radio de diez kilómetros de la central. El consejo incluye, además de los alcaldes de Ascó y Flix, a los de Vinebre, Torre de l'Espanyol, Riba-Roja d'Ebre, La Fatarella, García, Mola, Palma d'Ebre, Mora d'Ebre, Mora la Nova, la Figuera y Corbera d'Ebre. El organismo, que está presidido por el gobernador civil de Tarragona, Vicente Valero, se reunió por últinia vez el 22 de agosto de 1985.