Mari Cruz Díaz, medalla de oro en 10 kilómetros marcha
Mari Cruz Díaz, de 17 años, se proclamó ayer campeona de Europa de 10 kilómetros marcha en la jornada inaugural de los campeonatos en Stuttgart: (RFA.). Esta atleta, entrenada por José Marín, fue el año pasado campeona europea junior, igualada con Reyes Sobrino, ayer quinta. Es la segunda atleta española que gana una medalla de oro en una gran competición, después de los dos triunfos de Carmen Valero en los Mundiales de Cross. En la restante actuación española de ayer hubo de todo, hasta decepciones, ya que Colomín Trabado, en 800 metros, y Blanca Lacambra, en 400, quedaron eliminados.
Mari Cruz y Reyes son las pioneras de la marcha femenina, en España. Han tenido la suerte de entrar en una especialidad cuando nacía. No les ha afectado, por tanto, el retraso histórico que el atletismo español padece en otras pruebas. En estos campeonatos ha sido la primera vez que se Iba programado la marcha femenina en una. competición de alto nivel. Y las españolas han cogido el tren al tiempo que las demás. Pese a ello, el éxito no era previsible porque era la primera ocasión en que competían con rivales más veteranas. Y es que ellas aún son tinas niñas.Las dos son catalanas. Gracias a una beca federativa pueden dedicarse al atletismo desde hace un par de años. Ahora, por sus marcas y títulos, disfrutan de una situación privilegiada y perciben 100.000 pesetas al mes por parte de la federación a cambio de su dedicación absoluta al atletismo. En plena juventud, ya saben de entrenamientos y concentraciones en altitud. La recompensa les ha llegado pronto.
Ninguna es mejor que la otra. Si acaso, Mari Cruz tiene más calidad natural; Reyes es más potente. En los Europeos juniores del año pasado cruzaron la meta en primera posición agarradas de la mano y los jueces tuvieron que concederles sendas medallas de oro. Ayer le tocó ganar a Mari Cruz. En la última competición internacional que disputaron, en junio pasado, venció Reyes, dos años mayor que su compañera, y estableció la mejor marca nacional, 46.42 minutos. Luego, en el campeonato de España, hubo desquite.
Mari Cruz habría dado ayer algo por volver a entrar al tiempo que Reyes. Pero ésta, se había quedado atrás y entre medias había rivales que aprovecharían cualquier concesión. Mari Cruz llegó al estadio con las atletas suecas a sus talones. Poco después hizo su aparición Reyes, que en la última curva aún tuvo fuerzas y margen para ganar un puesto y llegar quinta.
Una "revolución"Las primeras manifestaciones de Mari Cruz Díaz fueron un deseo: "Celebrar cuanto antes el triunfo con mi entrenador, Marín. Todavía no puedo creerme que haya ga nado el título. Sin embargo, en el último kilómetro sentí que yo era la mejor". Luego llegó un alboroto en torno a ella que jamás llegó a imaginarse.Realmente, ella nunca había pensado en subir al podio. Había hablado mucho con Reyes antes de la competición, pero nunca de medallas. Ambas salían a hace una buena marca. Sin más. Mari Cruz no tenía palabras para expresar su alegría: "Quisiera, pero no puedo... Hay que estar en la pista para saber lo que siento". Supo que podía ganar cuando oyó a Marin que faltaban 800 metros para llegar al estadio. Las demás se habían ido quedando y por delante sólo iba una atleta, a la que cogió con facilidad. Luego llegaron esas sensaciones indescriptibles y la "revolución", como ella definió todo lo que después aconteció. La peinaron y maquillaron para la en trega de medallas, los organizado res la llevaban de un sitio para otro, ahora a la televisión, después a las entrevistas oficiales, hasta que dijo que ya estaba bien, que con quien quería hablar era con los españoles..., aunque luego no tuviera palabras para expresarse.
En las actuaciones de los otros españoles hubo de todo. Mercedes Calleja fue undécima en la maratón (42,195 kilómetros) y María, Luisa Irízar se retiró, en tanto Santiago Llorente quedó el 182 en los 10.000 metros. Javier Arques, José Alonso y Rosa Colorado se clasificaron para las semifinales de sus pruebas, pero Blanca Lacambra y Colomán Trabado cayeron a las primeras de cambio. Blanca acusó un calambre final y Trabado corrió sin brillantez.
En las otras finales ganó sólo una,de las favoritas, la portuguesa Rosa Mota, que revalidó su título de maratón. Incluso el italiano Cova fue derrotado al sprint, su fuerte, por su compatriota Mei en los 10.000.
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