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Los socialdemócratas de la RFA apuestan por una nueva izquierda europea

El congreso del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) fue inaugurado ayer en Nuremberg por el ex canciller Willy Brandt con un llamamiento a la unidad en torno al candidato a la jefatura de Gobierno, Johannes Rau, así corno al comienzo, tras la victoria en las elecciones de enero próximo de una nueva era de dominio de la izquierda en la República Federal de Alemania y en toda Europa. El SPD se presenta como la nueva izquierda europea del siglo XXI, una fuerza que ofrece soluciones realistas, pero imaginativas, a los; problemas de la sociedad posindustrial.

Brandt, que tras 2:2 años en la presidencia del SPD ha manifestado en este congreso su intención de presentar por última vez su candidatura a la presidencia del mismo, abrió ayer pirácticamente la campaña electoral de su partido calificado de "fantasiosos a los verdes y afirmando que sólo el voto al SPD es una aportación a la caída del Gobierno democratacristiano del canciller Helmut Kohl.Johannes Rau, por su parte, anunció su negativa a encabezar un hipotético Gobierno de coalición con el partido de los verdes, único aliado potencial del SPD en el Parlamento de Bonn. Una coalición con los verdes atemoriza a amplios sectores del electorado y la utilizan los conservadores como arma arrojadiza contra el SPD.

En el programa electoral del SPD tendrá especial importancia el concepto de seguridad compartida. Esta fórmula política hay que entenderla en el marco de las numerosas iniciativas lanzadas en los últimos dos años por los socialdemócratas, que han cristalizado en acuerdos con distintos partidos comunistas del este de Europa para el establecimiento de zonas libres de armamento químico. De esta forma, las orientaciones políticas que surgirán del congreso tienen por fin presentar una nueva oferta de la izquierda para toda Europa, que se propone arrebatar la iniciativa política a la derecha conservadora.

Los socialdemócratas quieren demostrar que se puede hacer frente a los retos de la revolución tecnológica y a la amenaza de desastre ecológico, preservando los clásicos valores de la socialdemocracia europea, como son el Estado social, la justicia distributiva, el apoyo a los países del Tercer Mundo y el diálogo entre los dos bloques. Página 3

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