El país más peligroso del mundo
El país más peligroso del mundo es Líbano, en cuyo territorio se produce un 11,5 % del total mundial de ataques terroristas, según un reciente estudio del centro Jaffe de Estudios Estratégicos, de la universidad de Tel Aviv. Un río de sangre derramada en atentados que hay sumar a la corriente general de 11 años de permanentes enfrentamientos bélicos.Todo el mundo tiene en el país su teoría acerca de los coches bomba, pero la suele expresar en voz baja. Los cristianos ven la mano de Siria y de su aliado, Elie Hobeika, en los atentados que trituran sus calles; los que Israel está detrás de todo.
El sargento mayor Yusef Bitar es el mayor experto en desactivar explosivos del Ejército regular libanés. Ha visto lo que quedó de un montón de coches bomba y dice que estas maquinarias mortales suelen contener una carga de entre 100 y 200 kilos de explosivos, y mecanismos que retardan la voladura entre 10 y 15 minutos después de que hayan sido conectados.
A veces, se les incorporan botellas de gas, bombas de mortero, granadas, proyectiles de artillería o cajas de clavos para multiplicar aún más su efecto destructor.
El último invento, dice Bitar, es el uso de explosivos de plástico, moldeados en el interior de los maleteros y en las carrocerías y ocultos bajo capas de pintura. Así pueden ser sorteados los numerosos controles de los militares o de los milicianos de Beirut, que siempre son meramente visuales. La policía líbanesa afirma no tener dinero para pagar aparatos sensores especializados en oler los explosivos de plástico. Cuestan entre 20.000 y 25.000 dólares (2,7 y 3,3 millones de pesetas) cada uno y serían necesarias varias docenas de ellos.
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